sábado, 14 diciembre 2024

Junts queda por debajo de PSC y ERC, perdiendo la hegemonía del independentismo

La candidata de Junts a las elecciones catalanas, Laura Borràs, ha logrado unos resultados electorales que se sitúan por debajo del PSC y ERC, perdiendo la hegemonía del independentismo, ya que en las pasadas elecciones catalanas se impuso a los republicanos por 34 a 32 escaños.

Tras un resultado electoral en el que el independentismo suma mayoría absoluta, Junts afronta un escenario de una posible repetición de la coalición que ha gobernado hasta ahora –JxCat y ERC– más la CUP, lo que les permitiría gobernar de forma holgada con 74 diputados.

Otro de los hechos que han podido tener efecto en el resultado de Junts es la falta de acuerdo que hubo para presentarse con el PDeCAT a los comicios, dado que los votos que estos últimos han conseguido en la demarcación de Lleida podrían haber facilitado un escaño para Borràs y otro en Barcelona.

Borràs ha sido la protagonista de la primera campaña en solitario de Junts en unas elecciones tras la ruptura con el PDeCAT, que se formalizó en octubre del año pasado tras meses de intensas negociaciones para intentar buscar una fórmula que les permitiera presentarse conjuntamente.

El partido, que celebró su congreso fundacional en julio del año pasado, se opuso a cualquier coalición electoral con el PDeCAT, y la tensión entre ambas formaciones fue en aumento ante episodios como el del cese de la consellera Àngels Chacón del Govern de Quim Torra, o después de que el expresidente Carles Puigdemont lograra hacerse con las siglas de ‘Junts per Catalunya’.

Tras un proceso de primarias, Borràs, exconsellera y actual portavoz de Junts en el Congreso, logró imponerse en la carrera electoral al conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, y situarse como presidenciable efectiva en una lista que, sin embargo, encabeza Puigdemont de manera simbólica.

Aunque las encuestas no les situaban entre las primeras posiciones al inicio, la candidata ya inició la campaña advirtiendo de que las elecciones estarían entre ‘ella o Illa’, en referencia al candidato del PSC a los comicios, Salvador Illa, aunque en la disputa electoral hay un tercero en cuestión, ERC.

Ante el triple empate que las encuestas vaticinan entre Junts, PSC y ERC, Borràs no ha ahorrado críticas a la gestión de Illa de la pandemia, y contra el apoyo de los republicanos a los socialistas para investir a Pedro Sánchez y para aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Pero también ha cuestionado la ‘vía amplia’ que ERC defiende para avanzar hacia la independencia, que ha confrontado con su apelación a la unidad para formar un Govern independentista en la nueva legislatura con una hoja de ruta que, para Junts, debe pasar por reactivar la Declaración Unilateral de Independencia si se supera el 50% de votos.

Con esta estrategia, el proyecto de Puigdemont ha tratado de arrastrar voto del resto de formaciones independentistas situándose como los que se mantienen «fieles al mandato del 1-O» y presentando al resto como los que quieren posponer el proyecto independentista.

Con la ayuda de los presos del 1-O de Junts, que han participado en la campaña, el partido ha buscado aglutinar el voto independentista –también de PDeCAT y PNC– para situar a Borràs como primera presidenta y para frenar la posibilidad de que un nuevo tripartito, tras denostar los que ella considera que hay en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Gobierno central.

INVESTIGACIÓN

Sobre la candidatura de Borràs sobrevuela la incógnita de una eventual inhabilitación en caso de que sea condenada por la causa que tiene abierta en el Tribunal Supremo (TS) por el supuesto fraccionamiento de contratos cuando era directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).

Con el precedente de la inhabilitación de Quim Torra que ha llevado a Cataluña a estas elecciones, algunos rivales políticos han puesto en duda que ella sea la figura presidenciable del partido y que, realmente, lo acabe siendo su número dos Joan Canadell, aunque Borràs ha evitado entrar en la polémica y no ha aclarado cómo procedería el partido en caso de inhabilitación argumentado que entrar al trapo sería actuar «bajo el marco mental español».