Un estudio de la Universidad de Stirling (Reino Unido) ha puesto en tela de juicio que los responsables de los bares puedan prevenir de forma eficaz y sistemĆ”tica la transmisiĆ³n del COVID-19, despuĆ©s de que los investigadores observaran los riesgos que surgĆan en los locales con licencia el verano pasado en Reino Unido.
La investigaciĆ³n, publicada en la revista cientĆfica ‘Journal of Studies on Alcohol & Drugs’, se llevĆ³ a cabo entre mayo y agosto del aƱo pasado en una amplia gama de locales con licencia que volvieron a abrir despuĆ©s del confinamiento nacional, y que operaban bajo una orientaciĆ³n detallada del gobierno destinada a reducir los riesgos de transmisiĆ³n.
Si bien los locales observados habĆan realizado modificaciones fĆsicas y operativas al reabrir, los investigadores descubrieron que las prĆ”cticas eran variables y se observaron una serie de incidentes muy preocupantes, entre los que se incluĆa una estrecha interacciĆ³n fĆsica entre los clientes y con el personal, que a menudo implicaba una intoxicaciĆ³n por alcohol y que rara vez era detenida eficazmente por el personal.
El nuevo estudio es el primero del mundo que examina el funcionamiento de las medidas de COVID-19 en los locales con licencia y sus conclusiones servirĆ”n de informaciĆ³n a los gobiernos, los expertos en salud pĆŗblica y los responsables polĆticos de Reino Unido y otros paĆses a la hora de considerar el impacto de la pandemia en la hostelerĆa y los riesgos de levantar las restricciones.
Ā«Nuestro estudio explorĆ³ y observĆ³ las prĆ”cticas comerciales y los comportamientos de los clientes y el personal de los locales con licencia en el verano de 2020, con el fin de comprender si los riesgos de transmisiĆ³n del COVID-19 podrĆan gestionarse, y cĆ³mo, en los entornos donde se sirve alcohol. Entrevistamos a los propietarios y representantes de los negocios antes de la reapertura para entender los retos a los que se enfrentaban. Cuando los pubs volvieron a abrir el pasado mes de julio, tras el cierre inicial en el Reino Unido, nuestro equipo visitĆ³ los locales para observar cĆ³mo funcionaban en la prĆ”ctica las medidas gubernamentales diseƱadas para reducir los riesgos de transmisiĆ³n en los establecimientos de hostelerĆa, incluyendo cualquier incidente que pudiera aumentar esos riesgosĀ», explica la profesora Niamh Fitzgerald, directora del Instituto de Marketing Social y Salud de la Universidad de Stirling.
Los autores explican que las empresas expresaron su intenciĆ³n de trabajar de acuerdo con las orientaciones, pero habĆa problemas comerciales y prĆ”cticos para hacerlo realidad. Ā«Tras la reapertura, se observaron esfuerzos sustanciales para cambiar la disposiciĆ³n de los bares, que parecĆan estar funcionando bien en muchos locales, pero eran frecuentes los problemas, como el hecho de que el personal no llevara el equipo de protecciĆ³n personal, o con la gestiĆ³n de los aseos, las colas y otros Ā«puntos de pellizcoĀ». TambiĆ©n observamos varios incidentes mĆ”s preocupantes -entre ellos, clientes que gritaban, se abrazaban o interactuaban repetidamente de forma estrecha con varios hogares y con el personal- que rara vez fueron abordados por el personalĀ», aƱade Fitzgerald.
Los investigadores llegaron a la conclusiĆ³n de que, a pesar de los esfuerzos de los operadores de bares y de las orientaciones del gobierno, persistĆan riesgos potencialmente significativos de transmisiĆ³n del COVID-19 en al menos una minorĆa sustancial de los bares observados, especialmente cuando los clientes estaban intoxicados. Ā«El cierre de los locales puede eliminar estos riesgos, pero tambiĆ©n causar importantes dificultades a los propietarios de los negocios y al personalĀ», reconocen los autores.
Reino Unido entrĆ³ en cierre nacional el 20 de marzo del aƱo pasado. En Escocia, se permitiĆ³ a los locales con licencia reabrir los espacios interiores a partir del 15 de julio, con estrictas normas de seguridad para minimizar el riesgo de transmisiĆ³n. Los locales que funcionaban con un lĆmite de distancia fĆsica de un metro debĆan instalar la seƱalizaciĆ³n adecuada, todos los clientes debĆan estar sentados, el personal debĆa llevar mascarilla y debĆan introducirse mejores medidas de ventilaciĆ³n y reducciĆ³n del ruido. Tras un gran brote a principios de agosto relacionado con locales en Aberdeen, se estableciĆ³ como requisito legal la recopilaciĆ³n de los datos de los clientes para el seguimiento de los contactos, y se reforzaron las orientaciones sobre las colas, la permanencia de pie y el servicio de mesa.