El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha aprovechado la presencia del Rey Felipe VI en un acto empresarial en tierras aragonesas para elogiar la figura del actual Jefe del Estado como garante del «proyecto nacional de éxito» y «símbolo del espíritu» de la Constitución de 1978.
Estas palabras han sido parte del discurso del mandatario aragonés durante la celebración de la Cumbre Empresarial de Competitividad de Aragón, organizada por CEOE en colaboración con el Gobierno aragonés y con el patrocinio de Ibercaja. El acto ha estado presidido por Felipe VI y ha contado con la intervención la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, además de con la presencia de los presidentes de CEOE, Antonio Garamendi, y CEOE-Aragón, Ricardo Mur.
En este contexto, Lambán ha querido agradecer a las empresas premiadas su responsabilidad social y la unidad con el resto de actores en la sociedad aragonesa: «Todas esas ideas están hechas de la misma sustancia de la que está compuesto el mejor patriotismo».
CONSTITUCIÓN REPUBLICANA
Aquí, el presidente aragonés ha aprovechado para defender la figura del actual monarca a través del espíritu de la Constitución del 78, «atravesada de arriba a abajo de valores republicanos incluida la propia monarquía parlamentaria».
«¿Quién garantiza como nadie esa sustancia moral? ¿Quién garantiza como nadie ese proyecto nacional de éxito? ¿Quién ejemplifica como nadie esa aspiración a la estabilidad política, social e histórica? ¿Quién garantiza y simboliza como nadie el espíritu de la Constitución de 1978, atravesada de arriba a abajo de valores republicanos incluida la propia monarquía parlamentaria? ¿Quién garantiza todos estos requisitos? No tengo absolutamente ninguna duda: lo garantiza don Felipe VI, el Rey de España que, por eso, entre otras razones siempre que viene a Aragón nos da una gran alegría», ha subrayado Lambán.
PATRIOTISMO DE LA SOCIEDAD ARAGONESA
El presidente de Aragón ha añadido que «la responsabilidad social demostrada por las empresas premiadas en esta cumbre –por su labor durante la pandemia–, la vocación de unidad, de acuerdo y pacto demostrada por la sociedad aragonesa, por la política, por los agentes sociales y por el empresariado; la militancia activa en una idea de Aragón entendido como un proyecto común, como un futuro compartido por todos, todas esas ideas están hechas de la misma sustancia de la que está compuesto el mejor patriotismo».
«¿Qué necesita un patriotismo de esa naturaleza para ser sustento de un proyecto nacional de éxito? Necesita estabilidad política, estabilidad social y estabilidad histórica».
Ha defendido que la estabilidad política solo se puede conseguir llevando el debate político «al terreno de la centralidad, al terreno de la transversalidad y consiguiendo entre todos grandes acuerdos para encaminar acertadamente el futuro del país».
«Necesita estabilidad social, es decir, de una sociedad cohesionada en la que no existan brechas ni sociales, ni de género, ni territoriales, y necesita también estabilidad histórica, es decir, permanencia, perduración, solidez de las instituciones y de las constituciones». Solo a través de esta permanencia, ha apuntado, «los países, las naciones, encuentran anclajes sólidos en su propia historia».