Feijoo se frota las manos tras los comicios catalanes y el reinado de Casado se tambalea

El Partido Popular se ha pegado un golpe que no se esperaba. Ya un empate con un leve ‘sorpasso’ de Vox hubiera sido malo, sin embargo, los datos finales son catastróficos para el partido. El PP ha obtenido tres escaños (de los cuatro que tenía) y Vox (con 11 diputados) se ha comido su discurso y buena parte del de Ciudadanos. Los datos son malos y han avivado una conjura que lleva tiempo latente en Génova: derrocar al actual líder del partido, Pablo Casado, y traer en su lugar al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. En esta conspiración que es un secreto a voces dentro de la formación no solo hay políticos, sino también importantes empresarios que buscan una alternativa liberal ganadora al líder del PSOE, Pedro Sánchez. Y de momento, Casado no representa ni por asomo para una buena parte de su partido esta alternativa.

Al Partido Popular le han votado 108.841 catalanes y catalanas. A Vox, sin embargo, 217.371. Que los de Ignacio Garriga hayan duplicado en votos al partido de Casado, además del famoso y temido ‘sorpasso’, es una humillación, tal y como se desprende desde la formación conservadora. Para muchos concejales, diputados autonómicos y nacionales del PP este resultado es el reflejo de que el proyecto de Casado no solo no convence, sino que augura un resultado deprimente para el partido en las elecciones generales de 2023. Y esto no hace más que avivar lo que lleva tiempo circulando por Génova: el fantasma de la conjura contra un líder poco consolidado.

«Es tiempo de reflexión», aseguran desde el PP. Pero lo que está en juego es mucho más. Son cada vez más las voces que aseguran que este Partido Popular no deja de cosechar resultados «desastrosos» y que no convence a los suyos. Que Vox le va a comer la tostada al PP era un mensaje amenazante tiempo atrás, pero ahora se convierte en una realidad cada vez que se celebran elecciones. Ya queda muy atrás el discurso en el que Casado rompió con Santiago Abascal durante la moción de censura presentada por Vox, pero también queda muy atrás ese respeto que se ganó por su discurso en el Congreso. Ahora los números hablan de varios posibles desastres electorales en los próximos tres años y ponen sobre la mesa la necesidad de traer un candidato nuevo que ya tiene nombre y apellido y se frota las manos en Galicia.

MOVIMIENTO EN GALICIA

Las fuentes del PP gallego dan por hecho que Feijoo tiene la mirada puesta en la carretera de La Coruña. No hay duda alguna dentro de la formación conservadora de las intenciones del imbatible presidente autonómico. Es difícil encontrar a alguien dentro del partido que no dé por hecho que el presidente gallego tiene un futuro político en el Congreso de los Diputados (como mínimo) y que no asegure que es «cuestión de tiempo» que Feijoo se suba a un coche y se plante en Génova como el gran salvador de un partido que no deja de ir a la deriva. Pero antes solo hay que solucionar dos problemas que no necesariamente son menores.

En primer lugar, hay una cuestión crucial: cómo tumbar a Casado antes de las próximas elecciones generales. Desde el PP entienden que no hay razones «objetivas» para forzar la salida del candidato popular antes de las generales porque los batacazos electorales no se los da necesariamente él, sino sus candidatos autonómicos y municipales. Y lo demás, son sondeos y encuestas que no valen nada (para los que se quieren quedar con el bastón de mando en Génova). Esta situación hace que todo dependa de que sea el propio Casado el que dé un paso a un lado y deje entrar a un proyecto con mejor proyección. Algo similar al «efecto Illa» pero con un miembro del PP al frente.

El segundo problema es el debate de sucesión en Galicia. Feijoo no se quiere irse sin antes apuntalar la presidencia gallega y la candidatura del PP en la comunidad autónoma que se ha convertido en un importante feudo para el Partido Popular. Ahora, el ambiente es de cierta tensión porque son muchos los que quieren su parte del pastel y están esperando a que el todopoderoso Feijoo dé el salto al PP nacional y deje los problemas autonómicos para otros. Pero nadie tiene la suficiente fuerza como para unirlos a todos bajo un liderazgo tan fuerte como el del presidente gallego. Así que habrá que esperar. 

LA GUERRA DE SUCESIÓN

Ya hay un nombre sobre la mesa. El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, está de salida, o al menos es la percepción que se tiene en el Partido Popular. Para los integrantes del PP en la Xunta, es cuestión de tiempo que Feijoo coja la carretera de La Coruña para emprender un nuevo proyecto a nivel nacional. A pesar de que desde Génova aseguran que el liderazgo de Pablo Casado está consolidado, lo cierto es que ya hay quien afila los cuchillos para hacerse con la presidencia de Galicia, que quedará huérfana si Feijoo se traslada a Madrid. Quien tiene más esperanzas es el actual vicepresidente de la autonomía, Alfonso Rueda. Pero lo cierto es que fuentes del PP deslizan que es más probable que sea una mujer quien se quede con la candidatura. De momento, suenan para liderar el PPdeG la consejera de Medio Ambiente Ángeles Vázquez y la exalcaldesa de Vigo, Corina Porro.

Todo son futuribles que dependen de que Feijoo se traslade a Madrid, algo que desde Génova descartan y que desde Galicia dan por hecho. Es cierto que la sensación en el PPdeG es de previa de un partido de Champions. Saben que no es el momento de llamar la atención ni de evidenciar intenciones, pero todos están pendientes del presidente gallego y de cómo evoluciona la candidatura del Partido Popular de cara a las elecciones generales de 2023. En este contexto, entre bambalinas ya suenan nombres para decepción de Alfonso Rueda, quien es más probable que en el mejor de los casos se marque un Ángel Garrido y solo haga de gestor provisional hasta que se celebren nuevos comicios autonómicos.

La idea que circula en el PP gallego es que sea una mujer la que encabece la lista. Feijoo ha dejado el listón muy alto, pero hay tres políticas que pisan fuerte y que son de la confianza del presidente de Galicia. De esas tres, nadie se atreve a mojarse más de la cuenta, pero sí que las fuentes deslizan que Ángeles Vázquez, la consejera de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de la Junta de Galicia es una de las favoritas para ser la candidata del PP a las próximas autonómicas. El futuro de la Xunta es femenino, o al menos es la sensación que predomina en las filas populares de la comunidad autónoma.