La gala de la próxima edición de los premios Goya, que tendrá lugar el próximo 6 de marzo en el teatro Soho CaixaBank de Málaga, tampoco contará con la presencia in situ de representantes políticos, tal y como han asegurado fuentes institucionales.
En este sentido, desde la Academia de Cine ya han confirmado a autoridades que en la edición de este año se apostará por la gala televisiva y, por lo tanto, no contará ni con los nominados ni con nadie de público, incluidas las autoridades habituales en otras ediciones.
A principios del mes de febrero el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, anunciaba que los nominados a la próxima edición de los premios no acudirían a la gala, aunque los premiados sí podrían agradecer el galardón de manera telemática.
«Tenemos que ser realistas y vamos a hacer una gala híbrida, con directos y telemática. Hay que cumplir todos los protocolos y esto lanza un mensaje a todos los colectivos: esto es una lucha mundial. La pandemia se ha recrudecido y ahora estamos en un momento álgido, no sabemos cómo se llegara al 6 de marzo, pero por eso», explicó entonces también el actor Antonio Banderas, uno de los directores de la ceremonia.
Todos los nominados asistirán de forma telemática, pero no ocurrirá lo mismo con los espectáculos de la gala. Además de los participantes en los espectáculos de la gala, otros que también sí estarán presentes en Málaga son los entregadores de los ‘cabezones’ –e incluso alguno de ellos podría recibir el galardón si esta nominado y es finalmente premiado–.
La presencia de los políticos ha sido habitual en anteriores galas e incluso ha sido motivo de polémicas. Por ejemplo, la organización de los Premios Goya invitó por primera vez el año pasado a Vox a acudir a su gala anual, aunque el líder de la formación, Santiago Abascal, declinó asistir.
En 2019 Vox también había sido protagonista al quejarse de que la Academia del Cine español no les invitó a la gala y desde su cuenta de Twitter el partido publicó un mensaje dedicado a la organización, cuestionando su financiación pública: «Queríamos recomendarles que hicieran alguna película sobre la gloriosa historia de España, Blas de Lezo, por ejemplo… porque los españoles volverían al cine y ellos dejarían de pedir subvenciones», escribieron.
La Academia del Cine replicó entonces que las invitaciones se envían a los líderes de las principales formaciones parlamentarias y que en febrero de 2019 Vox aún no había entrado en el Congreso. El presidente de la Academia, Mariano Barroso, apuntó, en este sentido, que otros partidos como Compromís, ERC o Bildu tampoco habían sido invitados.
También generó críticas la ausencia en el año 2014 del por entonces ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que adujo «problemas de agenda» –las dos ediciones anteriores se escucharon algunos pitos y abucheos por su presencia durante la gala–. En 2015, Wert volvió a acudir a la fiesta del cine español.
El Rey acudió en el año 2000 y se situó en la tribuna que habitualmente ocupa el Ministro de Cultura correspondiente y otros miembros del Gobierno.
También se ha fotografiado en la alfombra de este evento a los líderes de los principales partidos, como el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, el ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón, al presidente del PP, Pablo Casado, al expresidente de Ciudadanos Albert Rivera, o al actual ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, entre otros.