Guerra política para activar el cordón sanitario a Vox en Cataluña

El bloque independentista y el progresista rivalizan por la estrategia a seguir para activar un cordón sanitario a Vox, cuarta fuerza en el Parlament de Cataluña y a la que evitan nombrar.

Ninguna de las propuestas, comunicados o cartas señalan explícitamente a Vox. Los partidos maniobran para minimizar la acción política de la «extrema derecha». ERC, la CUP y Junts han consensuado un acuerdo para frenar los «discursos de odio» en la Cámara, al que no se ha sumado el PSC.

Por su parte, los socialistas de Salvador Illa y En Comú Podem tratan de introducir el cordón sanitario a Vox, a quien no señalan en ningún momento del documento, mediante propuestas en todos los órganos y estancias parlamentarias, por mínimas que sean éstas.

Los de Illa y Jessica Albiach tratarán de marginar a la cuarta fuerza de Cataluña tras las pasadas elecciones del 14-F con un acuerdo global en el Parlament, del que se han bajado PPC y Ciudadanos.

Todo tras las críticas vertidas por los socialistas al polémico pacto que alcanzaron las formaciones independentistas a una semana de los comicios para evitar cualquier pacto con los socialistas, éstos se han propuesto hacer lo mismo con los once diputados de Vox.

Los independentistas remarcan la ausencia del PSC en esta reunión, mientras entregaba sus «propuestas a la prensa». «Esperamos contar con su presencia y sus propuestas en futuros encuentros», han indicado en el documento firmado por ERC, JxCat y la CUP, cuyo objetivo es liderar «la acción antifascista en el Parlament» y «frenar los discursos de odio». Un trabajo «al margen de las negociaciones para conformar gobierno, rechazando intereses partidistas y dado que no ha habido ninguna duda de la prioridad, necesidad y urgencia que los tres grupos dan a la acción antifascista en la actividad parlamentaria», han asegurado.

PSC CRITICÓ A LOS INDEPENDENTISTAS POR EL CORDÓN A LOS SOCIALISTAS

El PSC ha sido el primero en iniciar esta ofensiva contra un partido con 217.883 votos. La formación liderada por Salvador Illa ha propuesto a todas las formaciones una coordinación conjunta para que Vox no tenga representación en la Mesa del Parlament, cuya votación tendrá lugar el próximo 12 de marzo.

Los ‘Comuns’, por su parte, ha tildado a Vox como un partido con «posicionamientos y propuestas políticas antidemocráticas«, cuyos valores se basan en el autoritarismo, machismo, homofobia, racista y contrario a los derechos humanos. Así lo expone Jessica Albiach en una carta, a la que ha tenido acceso MONCLOA.com con el objetivo de evitar que «la extrema derecha» use el Parlament para «amplificar y normalizar su mensaje de odio».

Ambas formaciones piden forjar una estrategia conjunta frente a la «extrema derecha», sin convertirla en un «elemento de confrontación». Así, proponen una reunión de las fuerzas que estén dispuestas a pactar el fondo de la cuestión.

GARRIGA: «NO QUIEREN QUE HABLEMOS DE SEPARATISMO»

El líder de VOX en Cataluña, Ignacio Garriga, ha respondido a la propuesta del PSC. «No quieren que hablemos de separatismo, despilfarro político, inmigración ilegal y adoctrinamiento en las escuelas», ha afirmado. «Pero -apostilla- no hemos venido a gustarles a ellos, hemos venido a representar a la mayoría de los catalanes».

El PPC SE OPONE AL CORDÓN SANITARIO

La ‘número 2’ de los ‘populares’, Lorena Roldán, se opuso tajantemente a hacer un cordón sanitario a Vox. «No soy partidaria de esta forma de hacer», ha afirmado en una entrevista a MONCLOA.

El líder del PPC, Alejandro Fernández, ha ironizado sobre esta propuesta del PSC. «Salvo cuando Sánchez necesite sus votos en el Congreso, claro», ha afirmado, en referencia al apoyo de Vox en el Congreso sobre el reparto de los fondos europeos.

CIUDADANOS CONTRAATACA AL PSC

Tras leer detenidamente la propuesta del PSC -explicada punto a punto más adelante-, Ciudadanos ha pasado al contraataque. «Echamos de menos algo más de concreción en relación con el objeto de su proposición», ha asegurado Carlos Carrizosa. Y es que, en ningún momento se especifican el «nombre del partido o partidos» sobre los que debe recaer la exclusión.

La formación ‘naranja’ se muestra contraria a los cordones sanitarios, como norma general, pero sí considera «útil para los ciudadanos catalanes» que el PSC aclare a quién se pretende aislar.

El presidente de Cs en Cataluña ha pedido a los socialistas que especifique si su propuesta se dirige a un partido como Junts per Catalunya, para recordar los insultos de diputados separatistas a los españoles. En este sentido, se ha a la candidata de JxCat, Laura Borràs, quien consideró a los venidos de otras regiones a Cataluña como «instrumentos involuntarios de colonización lingüística»; o al número 3 de la misma formación y expresidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, quien ha asegurado que «España es paro y muerte«.

CARRIZOSA INSTA AL PSC A ROMPER CON JXCAT

Sin salir de las listas de JxCat, Carrizosa ha señalado a Albert Donaire, un mosso d’Esquadra, que desprecia a los andaluces y extremeños presentándolos como un hatajo de vagos que viven «subvencionados» por los catalanes; y Josep Sort, que prometió hacer «limpieza de españoles» tras las elecciones del 14F.

Así, recuerda que este tipo de discursos se asocian «a lo largo y ancho de Europa a la extrema derecha, por lo que cabe preguntarse si la propuesta del PSC incluye también a JxCat, partido con el que por cierto gobierna en la Diputación de Barcelona y en diversos ayuntamientos de Cataluña».

De ser así, «entenderíamos que, por coherencia, el PSC no tardará en romper sus acuerdos con un partido cuyos planteamientos se enmarcan en el movimiento político que dicen querer aislar en el Parlament» e invita a los socialistas «a reconsiderar sus alianzas con partidos cuyas juventudes destrozan a martillazos sedes de partidos constitucionalistas u otros que siguen homenajeando a terroristas de ETA».

LA PROPUESTA DEL PSC PUEDE CONLLEVAR SORPRESAS

«Se propone coordinar el voto, al menos en la tercera de las votaciones, de tal forma que se evite la elección de un diputado o una diputada de la extrema derecha como miembro de la Mesa», exponen los socialistas.

Los socialistas admiten que este cordón sanitario no será efectivo en la Comisión de Materias Secretas y Reservadas, ya que su composición es obligada la entrada de al menos un diputado de cada formación.

Tampoco podrán excluir a Vox en las reuniones de «intergrupos», como los constituidos en la pasada legislatura: derechos colectivos de los pueblos; el de paz y libertad para el Sáhara; pueblo gitano; Palestina; o derechos sexuales y reproductivos.

Además, no será posible excluir a ningún partido en los grupos de trabajo. Sin embargo, «sí se puede llegar a un acuerdo con el resto de grupos parlamentarios, y así se propone, para evitar que la extrema derecha ocupe la posición de relator del grupo de trabajo», dado que se designa de entre sus miembros.

EL PSC PROPONE SILENCIAR A VOX

Por otro lado, consideran que es posible marginar a los Ignacio Garriga en las iniciativas legislativas, evitando que el ponente sea de la extrema derecha. No obstante, el movimiento podría llegar a ser arriesgado debido a la costumbre parlamentaria.

«La posición de relator en las iniciativas propias de la extrema derecha recaería en diputados con esta adscripción», ha afirmado el PSC. En caso de alterarse esta costumbre, un diputado independentista o incluso de PSC o ‘comuns’ podría tener que defender la ponencia. Un situación «incongruente», apuntan los socialistas.

Tampoco habrá firmas conjuntas a la hora de presentar iniciativas parlamentarias, incluyendo propuestas, enmiendas o transaccionales que se puedan derivar de éstas, junto todo tipo de acciones en la Cámara catalana como solicitudes para constituir intergrupos, comisiones de estudio, seguimiento e incluso investigación, entre otras.

En cuanto al sentido de voto en las conclusiones de las comisiones, los partidos firmantes decidirán particularmente tras examinar caso por caso. Lo mismo sucederá en los debates, al tiempo que se pide «evitar alusiones personales en lo posible con los diputados de la extrema derecha» para no ampliar su tiempo de intervención.