Los partidos de Madrid dan por hecho que no habrá inmunidad hasta 2022

Los partidos políticos en la Comunidad de Madrid, todos, han asumido en bloque que no se vacunará a las personas suficientes antes de 2022, al menos en el territorio. Es un mensaje que contrasta con el entusiasmo presentado por el Gobierno central y por la propia UE, que estima que el 21 de septiembre se habrá llegado a la inmunidad de grupo en toda Europa. Pero lo cierto es que quienes viven el día a día de la política de vacunación en la autonomía de la capital aseguran que antes de que acabe el año no se habrá vacunado al 70% de la población en el territorio. Ni siquiera estarán cerca de hacerlo, pues el número de dosis que llegan es claramente insuficiente.

El Gobierno arrancó la campaña de vacunación con una fecha ambiciosa que auguraba la inmunidad de rebaño para antes del verano. Luego fueron aplazándolo poco a poco hasta que se fueron a fechas indeterminadas. La UE se tiró a después del verano y ahora las fuentes consultadas de la Comunidad de Madrid aseguran que no se alcanzará esa inmunidad de grupo este año ni de lejos. Desde la administración autonómica aseguran que las dosis que están recibiendo son claramente insuficientes y no se muestran convencidos de que puedan cumplir los plazos sugeridos por el Gobierno de Pedro Sánchez.

El tema es que no es una cuestión de colores políticos. Por primera vez en muchos meses, la respuesta a la pregunta de si se alcanzará la inmunidad de grupo para antes de este año es exactamente la misma. No es una cuestión de ideologías, sino de logística pura. Sea por la razón que sea, lo cierto es que las dosis enviadas por Pfizer, Moderna y Astrazeneca (y pronto Johnson & Johnson) no son suficientes para mantener un ritmo de vacunación lo suficientemente alto como para tener inmunizada al 70% de la población española. Es decir, que con el ritmo de llegada de las dosis actuales no se podrá vacunar a 32 millones de españoles antes de verano (ni después) porque no dan los números.

El problema es que desde la Asamblea de Madrid los diputados opinan lo mismo que la propia Comunidad de Madrid, que está gobernada en coalición por el Partido Popular. Todos se muestran predispuestos a que mejore la situación por la entrada en los próximos meses de nuevas vacunas al mercado que permitan la compra de más dosis, pero lo cierto y verdad es que todos los representantes parlamentarios aseguran que 2021 no será el año del fin de la pandemia. Y no lo dicen por erosionar al Gobierno, sino porque las conversaciones en los pasillos de la Asamblea están más impregnados de prudencia que de entusiasmo por el ritmo de vacunación.

Este discurso que sale de la Comunidad de Madrid contrasta con el del Gobierno. Fuentes del Ministerio de Sanidad sí que ven posible que se llegue a los objetivos que se han propuesto. Lo que más reiteran es que, hasta ahora, se han administrado más de cuatro millones de dosis en el conjunto del país. Y aunque hay que restar la mitad para llegar al número de personas inmunizadas, pues las vacunas hasta ahora disponibles en el mercado precisan de dos dosis para llegar a la inmunidad deseada, consideran que es un paso muy grande para que para finales de verano como tarde se frene en seco al virus.

Cada comunidad autónoma tiene un porcentaje alto de inoculación de las dosis recibidas. La que menos no baja del 79% del total de vacunas recibidas. Y además, desde Sanidad aseguran que el alto porcentaje de aplicación se notará aún más con la llegada de la nueva vacuna de Johnson & Johnson que solo precisa de una dosis para conseguir la inmunidad anunciada, lo que acelerará considerablemente el ritmo de personas inmunizadas contra el coronavirus.

El gran miedo que se desliza desde Sanidad, aunque entredientes, es que las nuevas variantes del coronavirus pongan en riesgo la inmunidad buscada. Si no es así, desde Sanidad mantienen una fecha algo más maleable que la inicial propuesta por Sánchez, pero que sí contempla la inmunidad de grupo para este año. A más tardar, para el otoño de 2021, pero en ningún caso sería necesario seguir con las campañas masivas de vacunación a lo largo de 2022, según el criterio de las fuentes del ministerio. Una visión que difiere mucho de la de los partidos políticos de comunidades autónomas como la de Madrid.

LAS QUEJAS DE AYUSO

Las vacunas escasean. Bien sea porque se las ponen los consejeros y sus parejas sentimentales o porque no utilizan las jeringuillas adecuadas, lo cierto es que hay autonomías, como la Comunidad de Madrid, que se quedan día tras día sin dosis y nadie sabe muy bien por qué. Ahora, la Consejería de Sanidad ha anunciado que no quedan vacunas para los sanitarios. Se han quedado sin ellas porque se han utilizado todas las recibidas, que eran menos que las que les correspondían. El Gobierno ha enviado desde enero de este año menos dosis a la Comunidad de Madrid de las que habían anunciado para compensar la falta de vacunas en algunas comunidades autónomas que directamente han gestionado mal la campaña. Vamos, que “roban” las dosis destinadas a la capital para entregárselas a quienes han aplicado una logística fallida, tal y como informan fuentes de la Comunidad de Madrid a MONCLOA.com.

Los datos oficiales hablan de que a finales de enero deberían haber llegado a la Comunidad nada menos que 48.500 dosis del producto de Pzifer, pero llegó la mitad. El motivo es exactamente el mismo: hay quienes están desperdiciando dosis por emplear jeringuillas con mayor capacidad de la recomendada por el fabricante de la vacuna y otros que directamente están desperdiciando dosis en personas a las que no les corresponde en absoluto. La sensación en la Comunidad de Madrid es que directamente les penalizan por aplicar bien su logística mientras que las autonomías que no hacen bien las cosas son “premiadas” por Sánchez.