Dinamarca, Noruega e Islandia han anunciado a lo largo del día de hoy que suspenden la vacunación con AstraZeneca en sus territorios después de registrar varios casos de trombos tras su administración. De esta forma se unen a Austria e Italia que habían paralizado la vacunación de sus ciudadanos con un lote específico de esta vacuna. Estonia, Letonia, Lituania y Luxemburgo se han unido a Italia y Austria al suspender el uso del lote ‘ABV5300‘ , el mismo que recibió España y que las autoridades españolas confirma que se ha administrado ya a la población que cumple con los requisitos.
LA EMA SIGUE RENCOMENDADO ADMINISTRAR LA VACUNA DE ASTRAZENECA
El Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ha pronunciado a favor del uso de la vacuna. asegura que no ha encontrado relación entre dos casos reportados de trombosis en dos pacientes vacunados en Austria y el lote de vacunas de AstraZeneca que inmovilizó el país. Esta medida se adoptó tras el fallecimiento de una persona de 49 años por trombosis múltiple diez días después de recibir la vacuna. Otro paciente de 35 años tuvo que ser hospitalizado por tromboembolismo pulmonar tras recibir la dosis.
En el caso de Italia, un militar de 43 años, sin antecedentes, patologías y con buen estado de salud, fallecía de un paro cardíaco al día siguiente de recibir la primera dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca. La fiscalía que investiga el caso, por ahora no ve indicios de relación causa-efecto. Un policía de 50 años falleció 12 días después de recibir la vacuna en la misma región que el militar, algo que investiga también la fiscalía por si está relacionado.
LOS BENEFICIOS SUPERAN LOS RIESGOS
En el comunicado de la autoridad sanitaria europea, se insiste en que no han encontrado relación entre la reacción y la vacuna de AstraZeneca. Y remarcan que no es uno de los efectos secundarios analizados en las pruebas aprobadas.
“La información disponible nos dice que el número de casos de trombosis en la población vacunada no es mayor que en la población general: 22 casos reportados a 9 de marzo entre las tres millones de personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca en el área económica europea”, reza el texto difundido por la EMA. «Los beneficios de la vacuna continúan superando sus riesgos«, añadía, para animar a los estados a continuar con la vacunación mientras continúa la investigación.
Este lote ABV5300 de la vacuna 19, de un millón de dosis, se repartió a 17 países de la Unión Europea, España entre ellos. De este lote, en España se recibieron 228.000 dosis, y corresponden, según el comunicado emitido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), a las primeras vacunas de AstraZeneca que llegaron al país.
Aquí, las autoridades competentes insisten en llamar a la tranquilidad. «Mando un mensaje de prudencia, no se ha producido ningún evento trombótico de este tipo en España. Hasta ahora no se ha acreditado la relación causal entre la vacuna y los trombos. Estamos en buenas manos, tranquilidad», ha comentado en una entrevista hoy en La Sexta. Ahora bien, por ahora, la Comisión de Salud Pública del Ministerio ha aplazado la decisión sobre si aumentar la edad a la que se puede recibir la vacuna de AstraZeneca, a la espera de la investigación de las autoridades sanitarias europeas. La OMS recomienda incluso utilizarla en mayores de 65 años.
PRESIONES Y ¿PRISAS?
Tal y como ha enunciado en diversas comparecencias la ministra Darias, se agilizó la decisión que hubiera aprobado el uso en mayores de 65 años de la vacuna de AstraZeneca bajo las presiones de médicos, científicos y comunidades autónomas. En dicha evaluación no se iban a analizar los resultados del ensaño clínico estadounidense, que llegaría a finales de mes, o incluso después de Semana Santa, sino únicamente con los estudios de la sanidad británica.
Precisamente estas ‘prisas’ y presiones por contar con la mayor cantidad de vacunas para todos los ciudadanos genera desconfianza en quienes las reciben.
En el caso de la vacuna de AstraZeneca, la polémica es recurrente: se hicieron públicos errores en los ensayos que alteraron la eficacia; en febrero hubo retrasos en la distribución de las dosis, y aún existen dudas sobre la protección que da en determinadas franjas de edad. Todo ello han generado que la desconfianza y la incertidumbre en torno a este fármaco crezca.