Científicos europeos de forma individual y 21 asociaciones de expertos de la salud que trabajan en los campos de la nutrición, la salud pública, la medicina preventiva, la obesidad, la endocrinología, la oncología, la cardiología, la pediatría y el marketing social que representan a 32 países europeos diferentes, han firmado una petición para exigir a la Comisión Europea, que adopte ‘Nutri-Score’ lo «antes posible» como una etiqueta nutricional «armonizada y obligatoria» en el frontal del envase (FOPNL) de alimentos en toda Europa.
En mayo de 2020, la Comisión Europea anunció la adopción prevista de un FOPNL obligatorio antes de finales de 2022, como parte de su estrategia ‘De la granja a la mesa’, para ayudar a los consumidores a tomar decisiones alimentarias conscientes en salud. «Desde entonces, grupos de presión, apoyados por algunos estados miembros, han utilizado declaraciones engañosas para desacreditar y contrarrestar la elección de Nutri-Score», han dicho los responsables de la petición.
A su juicio, el sistema de etiquetado de baterías ‘NutrInform’ no está respaldado por ninguna evidencia científica. Además, su concepto y diseño son «muy similares» al formato GDA /RIs establecido por las industrias alimentarias en la primera década de 2000.
Por ello, los científicos han subrayado que solo la evidencia científica debe guiar las decisiones políticas en el campo de la salud pública y que la elección de una etiqueta nutricional para Europa debe corresponder «únicamente a este requisito», y «no a los intereses de los actores del poder económico o de los estados miembros que los defienden».
La convocatoria está respaldada por el texto científico adjunto que destaca el hecho de que Nutri-Score, desarrollado por investigadores académicos «sin ningún conflicto de intereses», es la única etiqueta nutricional en el frontal del envase en Europa que ha sido objeto de más de 40 estudios científicos publicados en revistas científicas internacionales revisadas por pares, que demuestran su «efectividad, relevancia y utilidad» para los consumidores y la salud pública, así como su capacidad para superar a otras etiquetas existentes o respaldadas por grupos de presión.