La exdiputada Marta Martín dice que el PP no le ha ofrecido nada

Marta Martín, exdiputada de Ciudadanos en el Congreso por Alicante, ha afirmado este lunes que el Partido Popular no le ha hecho ningún ofrecimiento tras dejar su escaño y apartarse de la formación naranja y que su intención es retomar su trabajo en la universidad.

En una entrevista en esRadio,  Martín ha dicho que es «absolutamente falso» que el PP le haya «ofrecido nada». «Se está intentando contaminar porque creo que no es habitual que una persona» deje la política y «se vaya a su trabajo», pero «de momento mi perspectiva es volver a mi universidad», ha añadido la catedrática de Comunicación Audiovisual y Publicidad.

Martín anunció su decisión la semana pasada a raíz de la moción de censura que Ciudadanos presentó junto al PSOE en la Región de Murcia –donde gobernaba con el PP y ahora, tras fracasar esta iniciativa, ha pasado a la oposición– y que desencadenó que en la Comunidad de Madrid la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso (PP), rompiera con Cs y convocara elecciones anticipadas.

Sin embargo, previamente la exdiputada había discrepado de otras decisiones de la dirección de la formación naranja encabezada por Inés Arrimadas, como el apoyo a la última prórroga del estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez para seis meses por la pandemia del coronavirus.

CIUDADANOS DEFIENDE «UN MODELO DE PARTIDO, NO DE PAÍS»

Tras afirmar que con el sistema actual de partidos «es muy difícil mantener la libertad y, a veces, mantener tu criterio», ha argumentado que en su caso ha actuado de forma «coherente», consciente de que existe la disciplina de voto y que «si no estás de acuerdo, te tienes que ir». «He intentado compaginar mi compromiso con los votantes con mi compromiso con el partido», ha manifestado.

En este sentido, ha explicado que no podía permanecer en el grupo parlamentario de Ciudadanos porque, a su juicio, ahora defienden «un modelo de partido más que un modelo de país» y porque el Gobierno de Pedro Sánchez representa «lo contrario de proyecto de país» que tenía Cs cuando ella se afilió.

También se planteó la posibilidad, según ha reconocido, de separarse de sus compañeros, conservar el escaño y pasarse al Grupo Mixto. Aunque «ahora se está echando pestes de todas las personas» que han salido de Cs y se han quedado el acta –como ha hecho, entre otros, el diputado Pablo Cambronero–, Martín cree que «si uno tiene unos compromisos con los votantes y considera que su partido ha dado un giro radical», también puede tomar ese camino.

En su caso, finalmente optó por renunciar al acta de diputada, pero pidiendo a Arrimadas una «garantía» de que el escaño que dejaba libre «no se va a utilizar para apuntalar ni al nacionalismo ni la corrupción». Un compromiso que, según ha dicho, la líder de la formación naranja le dio y espera que cumpla.

En este contexto, ha señalado que si finalmente Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya llegan a un acuerdo para formar un nuevo gobierno independentista en Cataluña, Sánchez «va a tener muy difícil seguir pactando con ERC» en el Congreso.

«De ahí la importancia del escaño que he dejado», ya que si el Ejecutivo ya no puede depender de los votos de ese partido, su «única alternativa» será apoyarse en Ciudadanos «y eso solo lo puede hacer con nueve diputados, no con ocho», ha declarado.

Aunque son dos los diputados de Cs en el Congreso que han dejado el partido, el grupo conserva nueve de los diez escaños que tenía porque el de Martín será ocupado por Juan Ignacio López Bas, que la seguía en la lista electoral por Alicante.

CONTRA LA ‘LEY CELAÁ’

Por otro lado, la exdiputada ha precisado que una de las razones por las que ha «aguantado tanto tiempo» en el cargo es porque le preocupa mucho la educación, el tema del que se ocupaba en el Congreso.

«Lo que está pasando en España es una catástrofe», ha advertido sobre la llamada ‘ley Celaá’, que, según ha indicado, no solo elimina el carácter vehicular del castellano en los colegios de comunidades autónomas con otra lengua cooficial, sino que empeora la calidad educativa y aumenta las desigualdades territoriales.

«Quería batallar todo el tema de la LOMLOE», pero en realidad, «la capacidad que tenía de seguir luchando por esto era muy pequeña», ha comentado, agregando que seguirá denunciándolo desde fuera de las instituciones.

Por último, ha lamentado que ahora la política española se entienda «como un juego de tronos en lugar de como un servicio público» y ha augurado que esto hará crecer la «desafección» de los ciudadanos en un momento en el que muchos de ellos lo están pasando mal a causa de la crisis del coronavirus.