Iván Redondo impone su dirección en la campaña electoral de Gabilondo

Por el momento, el Partido Popular se ha encomendado a que sean los hosteleros los que hagan campaña electoral por su candidata. Sin embargo, en el caso del PSOE ha sido el propio estratega de la cúpula socialista Iván Redondo quien ha tomado las riendas personalmente de la campaña electoral y ha preparado un trabajo digno de una tesis doctoral en la carrera de Publicidad para aupar a su candidato en la Comunidad de Madrid. Redondo ha analizado su producto e intenta explotar sus virtudes a toda costa, incluso las negativas. Sea soso, sea gris o sea serio, desde la oposición temen que la campaña de Ángel Gabilondo sea más efectiva de los esperado y consiga sumar los números necesarios para gobernar como presidente. El problema es que Redondo está metiendo mano también en las listas y ha generado cierta incertidumbre en el PSM. Incluso el propio José Manuel Franco se muestra cauto ante la decisión de Pedro Sánchez de tomar el control absoluto de la candidatura de Madrid.

«Soso, serio y formal». La apuesta de Redondo ha sido la de dar la patada a Iglesias y ha obligado a su candidato a rechazar un pacto con él. En el PSOE no soportan al vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos y están volcando todas sus frustraciones en la candidatura autonómica con vistas a comerse al partido más débil por el momento: que no es otro que Ciudadanos. El único problema que plantea la estrategia de Redondo es que el electorado se crea que efectivamente Gabilondo no pactará con Iglesias. Y es ahí donde pretende contraatacar el Partido Popular.

Desde la oposición no hay partido a excepción de Vox que no elogie la campaña que ha emprendido Gabilondo, aunque en realidad sea de Redondo. El sello y empeño personal que ha aplicado el director de gabinete de Pedro Sánchez se nota. Quizás por eso infunde tanto miedo en algunas formaciones políticas lo bien que ha arrancado el candidato socialista a poco de que se celebren unas elecciones autonómicas que tienen más peso del imaginado. Pero en cualquier caso, el PP ya tiene preparada una respuesta que no convence a todos dado que es una campaña de contestación a un Gabilondo que ha tomado la iniciativa.

En cualquier caso, la decisión de la cúpula del partido de tomar las riendas de forma personal (y con cierta opacidad) del PSOE en la Comunidad de Madrid ha generado inquietud porque Redondo quiere elegir hasta las listas. Por primera vez en muchos años la directiva socialista se ve con la posibilidad entre los dedos de hacerse con la presidencia de esta autonomía tan importante y quieren tener un control férreo de quién se presenta y quién no. Lo malo no es que tomen el control como tal, sino que lo hagan desde un secretismo casi masónico que genera incertidumbre en todos los sentidos. Las listas tendrán que estar formadas como tarde el día 30 de marzo. Lo más probable es que se presenten el 29, tal y como se desprende del ritmo que llevan.

Gabilondo no lo ve con malos ojos porque tiene a su Kamala de número dos que está más que preparada para hacerse con las riendas del partido. De hecho, cuando le comentan que el PSOE se ha hecho con el control absoluto de su candidatura, el asiente sin queja. Tal es la obsesión de Sánchez de no soltar las listas de la Comunidad de Madrid que el propio candidato actual tiene la vista completamente puesta en otro puesto, concretamente el de defensor del pueblo, que muy probablemente se confirme en el pack de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Gabilondo ya ha dejado claros los mimbres impuestos por Redondo. No pactará con «este» Iglesias y no subirá los impuestos a pesar de que hace semanas acordó con Más Madrid disparar la recaudación fiscal en 3.600 millones de euros. Vamos, que será continuista con el legado de Ayuso y mantendrá también algunos principios del ejecutivo actual como el de no llegar a ningún acuerdo con Iglesias pase lo que pase. Este es el plan inicial urdido por Redondo, pero ya hay algún que otro ministro socialista que parece haberse alineado con el PP para augurar que todo lo que diga Gabilondo en campaña no hay que tenerlo en cuenta, tal y como afirmó el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.

«Que dice Ábalos que no hagáis caso a Gabilondo, que lo que se dice en campaña no cuenta, como bien demostró el jefe Sánchez. El PSOE se desvincula del veto de Gabilondo a Iglesias: «Estamos en campaña electoral», comentaba el ya exdirigente de Ciudadanos Toni Cantó.

«Soso, serio y formal». «Soy Ángel Gabilondo y tengo mucho que decir». «Antes era un soso y ahora resulta que soy un verso suelto». Todos estos eslóganes con la firma de Redondo asustan más de la cuenta a un PP que ve cómo el PSOE le adelante por el centro. Lo cierto es que la estrategia a seguir por los socialistas no la han ocultado lo más mínimo y quieren robar a todo el electorado de Ciudadanos. «Pues sí, tenemos un candidato Soso, Serio y Formal porque ya va siendo hora de #GobernarEnSerio. Vamos!!!», ha comentado la concejal del PSOE en Madrid Emma López.