Pablo Cambronero, el diputado que abandonó las filas de Ciudadanos y pasó a formar parte del Grupo Mixto, ha decidido emprender una batalla para tener voz en el Congreso con el fin de poder intervenir en las sesiones plenarias y las comisiones así como defender iniciativas. Ya ha pedido amparo a la Mesa de la Cámara, que de momento le ha recomendado que recurra cuando vea vulnerados sus derechos, pero no descarta llevar el caso ante el Tribunal Constitucional.
Tras darse de baja de Ciudadanos ante lo que considera «deriva sanchista» de la dirección de Inés Arrimadas, Cambronero pasó al Grupo Mixto del Congreso, donde hay nueve diputados de siete formaciones diferentes: la CUP (dos diputados), UPN (otros dos), Coalición Canaria (una), Nueva Canarias (uno), Foro Asturias (uno), Partido Regionalista de Cantabria (PRC) (uno), y Teruel Existe (uno).
Pero la canaria Ana Oramas, como portavoz de sus nuevos compañeros, ya le comunicó que tendrá limitadas algunas de sus funciones parlamentarias porque va a ser tratado como un ‘diputado no adscrito’, una figura que existe en corporaciones locales y asambleas autonómicas pero que el Congreso aún no ha regulado en su Reglamento. Y es que Cambronero recaló en el Mixto no por pertenecer a un partido minoritario, sino tras haber abandonado la formación con la que fue elegido.
Según se le remarcó, no podrá entrar en el reparto de tiempos de intervención, presencia en comisiones y cupos de iniciativas en igualdad de condiciones, ya que supondría restar a los demás. Así, no podrá intervenir en el Pleno ni en comisión, ni presentar preguntas orales a los ministros, y sólo le cabe registrar preguntas escritas al Gobierno –por ser éste un derecho individual de cada diputado– y estar adscrito a una comisión menor, concretamente la de Peticiones, cuyas reuniones son a puerta cerrada y casi nunca hay votaciones.
Cambronero, policía de profesión y que ejercía como portavoz de Interior de Ciudadanos, ya ocupa un escaño en la parte alta del hemiciclo del Congreso, donde se encuentran ubicados los integrantes del Grupo Mixto, pero aún no tiene despacho ni ordenador de sobremesa para poder acceder al registro telemático del Congreso.
NI DEJAR ES ESCAÑO NI PASARSE A PP O VOX
El parlamentario por Sevilla se siente «amordazado» pero en Twitter ya anunció que «peleará». Y es que, a diferencia de los otros exdiputados del PP y del PSOE que en legislaturas anteriores pasaron en silencio al Grupo Mixto, Cambronero va a emprender una batalla para defender sus derechos. Ha querido dejar claro que no piensa abandonar el escaño ni adscribirse a otro grupo parlamentario, aunque desde el PP o Vox ya le han ofrecido ocupar alguno de sus despachos.
De entrada, ya pidió amparo en la Mesa del Congreso, que el pasado martes trató su situación pero no tomó ninguna decisión concreta sobre el fondo del asunto, aconsejando al parlamentario que presente recursos en cada caso concreto en que entienda que se han vulnerado sus derechos.
Así las cosas, irá pidiendo formalmente que se le deje intervenir en debates de comisión o del Pleno de asuntos que considere de su especialidad. De hecho, ya ha solicitado tomar la palabra en la sesión plenaria del próximo martes para el debate de una ley del PP sobre funcionarios de prisiones.
Desde el Grupo Mixto ya se le ha anticipado que no tendrá hueco en el próximo Pleno, pero Cambronero quiere que se le conteste por escrito para recurrir en amparo ante la Mesa del Congreso que preside Meritxell Batet. Y, si no le dan la razón por la vía administrativa, está decidido a recurrir ante el Constitucional, cuya conocida doctrina es que el escaño es del diputado y no de los partidos.
Según asegura, no busca alterar el reparto de portavocías en el Mixto ni desplazar a los partidos que lo forman, pero no va aceptar que se le impida intervenir en los debates siempre que haya posibilidad. «Asumo que soy el último en llegar, me tratan como un paria, pero no me van a coartar», ha declarado.
DISPUESTO A RENUNCIAR A LAS SUBVENCIONES
En todo caso, Cambronero seguirá cobrando mensualmente 3.050,62 euros de salario base como diputado, a lo que sumará los 1.959,62 euros que reciben todos los parlamentarios de fuera de Madrid en concepto de dietas.
También se le ha ingresado la subvención de algo más de 1.700 euros brutos mensuales, que era la que el Congreso abonaba a Ciudadanos por cada uno de sus escaños y que con su marcha ha perdido el partido ‘naranja’. La Cámara da además a cada grupo una ayuda fija mensual de 30.000 euros para cubrir los gastos de funcionamiento ordinario, que en el caso del Mixto se reparte entre los partidos.
Cambronero ha renunciado a la parte de la subvención fija que le correspondería en el grupo, para no mermar los recursos de sus compañeros del Mixto, e incluso no descarta ceder al Congreso esos 1.7000 euros de ayuda por diputado, subrayando que su reivindicación no tiene motivos económicos.