Podemos quiere enterrar a Irene Montero en campaña por si busca socavar a Iglesias

Unidas Podemos no quiere utilizar el presunto «tirón» de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en la campaña electoral de la Comunidad de Madrid. Solo ha salido un día presumiendo de lenguaje inclusivo y ya ha dado munición a las redes y a la oposición para atacar a la formación morada y para señalar al partido. «No es bueno para el partido», dejan claro fuentes cercanas al núcleo duro de Podemos. Que saliera Montero hablando de «hijos, hijas e hijes» y de «todos, todas y todes» no hace más que ridiculizar al partido, según sienten parte de los miembros de la formación, y ahora quieren «enterrar» a Irene Montero durante la campaña para evitar la famosa afirmación que ya inunda las redes sociales y los discursos de la oposición: que «esta señora nos cuesta 451 millones».

Irene Montero ha entrado en campaña este sábado con un discurso muy polémico del que todos han hablado, pero no hizo más que el ridículo. Hay quien incluso duda sobre si la ministra de Igualdad de verdad se cree lo que dice cuando habla de nuestros «hijos, hijas e hijes». Los más escépticos aseguran que la dirigente de Podemos hace esto por otras razones, como podría ser la de hundir al candidato Pablo Iglesias y conseguir así que deje la política. Pero el sentir general en podemos es que Irene «se cree lo que dice» y por eso un fuerte sector del partido opta por enterrar a la ministra durante la campaña para evitar que espante al electorado de izquierda y lo empuje a una Mónica García al alza.

hay otros que tienen dudas y que consideran que podría intentar socavar la candidatura desde dentro

No es la primera vez que Irene Montero habla y solo levanta críticas incluso desde dentro. Las dudas surgen sobre por qué dio un discurso tan polémico y a sabiendas de que suscitaría críticas de sus rivales y desde dentro de la formación morada. Desde el partido aseguran que ella se cree todo lo que dice y que consideró oportuno hablar del polémico lenguaje inclusivo en plena campaña electoral de Madrid; pero hay otros que tienen dudas y que consideran que podría intentar socavar la candidatura desde dentro. Muchas dudas. En cualquier caso, desde la candidatura de Podemos piden que Irene Montero no haga más apariciones estelares como esta y que deje el lenguaje inclusivo para su entorno más íntimo.

Iglesias propuso a Montero abandonar su ministerio y ser ella la candidata de Podemos para las elecciones de la Comunidad de Madrid, pero ella rechazó de plano esta propuesta. En su lugar, Iglesias decidió marchar en la capital. Esto es un síntoma de que la sintonía de la pareja ya no es la que era. Y si a esta idea le añadimos que Iglesias ha apostado por Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, como la sucesora para heredar el liderazgo de Unidas Podemos, queda claro que la pareja de moda en Galapagar ya no goza de la misma buena relación que hace unos meses.

Irene Montero, a pesar de que ya no goce del beneplácito del líder indiscutible, es un peso pesado del partido hasta el punto de que si quiere hacer un acto nadie se lo discute. Desde el partido reconocen que será difícil evitar que Montero aparezca en público si a ella se le antoja, pero sí que deslizan que van a intentar no mover demasiado a la ministra para ver si ella se queda quietecita en casa sin hablar de «todes» y sin soltar perlas similares que empujen a una parte del electorado de Podemos a los brazos de Más Madrid.

MONTERO, AL ASALTO

Dejando a un margen si Montero se cree o no lo que dice, lo cierto es que desde el partido dan por hecho que ella y los «monteristas» no entregarán Podemos a Díaz así como así. Desde la formación morada tienen claro que Irene aspira a lo más alto dentro del partido y que esas promesas que deslizó Iglesias en su momento en las que prometía que sería ella y no otra quien heredaría Podemos no las ha olvidado la ministra, ya que ahora aspira a desbancar a Díaz en caso de que herede la formación.

Irene Montero, esclava de sus palabras con la factura de la luz
Irene Montero, esclava de sus palabras con la factura de la luz

Irene Montero considera que tiene apoyos suficientes dentro del partido como para optar a conseguir liderarlo. Y si a esto le añadimos que ella no piensa dejar la política porque no tiene ningún sitio al que volver a trabajar, blanco y en botella. Iglesias no dejará del todo su cargo, pero sí que ya ha avisado que tendrá un papel mucho menos visible en el momento en el que se conozcan los resultados de las elecciones de la Comunidad de Madrid. Los sondeos prevén un batacazo y es evidente que Iglesias no se quedará como diputado autonómico una vez pase la tormenta. Así pues, será entonces cuando se abra la guerra interna y cuando a esas primarias a las que irá Díaz con el beneplácito de Iglesias se sume Irene Montero con su equipo de hombres, mujeres y lo que sea.