jueves, 12 diciembre 2024

Un 25% de los médicos ha estado de baja por motivos relacionados con Covid-19 y 1 de cada 4 necesita apoyo psicológico

Un 25 por ciento de los médicos que ejercen su labor en España ha estado de baja por motivos relacionados con el Covid-19 y uno de cada cuatro ha recurrido a servicios de apoyo a la salud mental, o se plantea hacerlo, para hacer frente al malestar emocional y al agotamiento mental acumulado.

Así se desprende del estudio ‘Repercusiones de la COVID sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos de España’, llevado a cabo por la Organización Médica Colegial (OMC), la Fundación Galatea y Mutual Médica y en el que han participado más de 4.500 médicos españoles, con una edad media de 49,2 años.

El 91 por ciento de los profesionales que ha participado en el trabajo, en el que se ha evaluado el impacto de la pandemia sobre la salud física y mental de los profesionales en tres momentos -antes de la pandemia, durante la primera ola (marzo-abril) y el último trimestre de 2020, estaba en atención directa a pacientes, el 65 por ciento trabajaba en la sanidad pública, el 52 por ciento trabaja en Atención Hospitalaria y el 30 por ciento en Atención Primaria.

«El año pasado fue horrible, la humanidad estuvo al borde del abismo y parece mentira que a día de hoy los médicos tengamos un liderazgo tan pobre. Los médicos no hemos sabido explicar en qué consiste nuestra profesión y cómo nos sentimos día a día cuando vivimos situaciones trágicas, acrecentadas durante la pandemia», ha comentado el presidente de la OMC, Tomás Cobo.

Y es que, según ha detallado el presidente de Mutual Médica, Luis A. Morales, el 23 por ciento de los médicos considera que su salud es regular o mala después de la crisis generada por el Covid-19, frente al 6,9 por ciento que lo señalaba antes de la pandemia.

De hecho, una cuarta parte de los médicos ha estado de baja en algún momento desde el inicio de la pandemia por motivos relacionados con la COVID-19 (han sido positivos o presentaron sintomatología). «Esto es cinco veces más que la población general», ha avisado Morales, quien ha detallado que un dos por ciento ha sido hospitalizado y el ocho por ciento ha vivido la muerte de algún compañero de trabajo por esta causa.

Al mismo tiempo, un 41,3 por ciento se ha tenido que aislar de su familia, el 32 por ciento señala que ha tenido algún familiar que se ha tenido que confinar y el 6,1 por ciento ha contado con miembro de su familia que ha tenido que ser hospitalizado. «Los médicos han sufrido la agresión de la Covid-19 de una forma mucho más grave», ha sentenciado el presidente de Mutual Médica.

Además, un 27 por ciento duerme menos de 6 horas, frente al 14 por ciento que lo había antes de la pandemia (el doble que antes de la pandemia (14%), y el 23 por ciento considera que su salud es mala o regular. También, seis de cada diez presentan algún indicador de fatiga, dolor o estrés y la misma proporción sufre síndrome de ‘burnout’. En consecuencia, se registra un incremento del consumo de tranquilizantes e hipnóticos: del 18,6 por ciento al 29,4 por ciento.

En este sentido, el 51 por ciento afirma sentirse «sobrepasado» y menos preparado física y emocionalmente ante nuevas olas, ya que se van enfrentando a ellas sin haber podido recuperarse de las anteriores. Cabe reseñar, que un tercio de los profesionales han tenido que enfrentarse a dilemas éticos, ante los cuales la mejor manera de gestionarlos acostumbra a ser en equipo (61%).

EL 20% SE HA PLANTEADO ADELANTAR LA JUBILACIÓN

Por ello, el 20 por ciento se ha planteado adelantar la jubilación cuando llegue el momento y hasta el 34 por ciento ha llegado a barajar la idea de abandonar la profesión, aunque reconocen que no lo harán. «Esto es un trágico porque un tercio de nuestro potencial médico se quiere ir», ha advertido el doctor Cobo.

Sin embargo, los profesionales se han sentido masivamente apoyados por sus compañeros y equipos en los peores momentos de la crisis (83%) y también por los pacientes (82%), pero solo uno de cada tres médicos ha percibido el apoyo de su organización y de los gerentes y directivos de sus centros de trabajo. Además, el 72,3 por ciento de los médicos se ha tenido que enfrentar a dilemas éticos, un tercio de los médicos a menudo o muy a menudo.

Entre otros aspectos analizados en el estudio, destaca que los hábitos de vida han empeorado. En concreto, aumenta (aunque los porcentajes son relativamente bajos) la proporción de profesionales que consumen bastante o mucho alcohol del cuatro por ciento al siete por ciento, y disminuye del 50 por ciento al 28 por ciento la práctica habitual de actividad física.

Por otro lado, el director de la Fundación Galatea, Antoni Calvo, ha avisado de que todavía son pocos los médicos que acuden a servicios de apoyo a la salud mental para hacer frente al malestar emocional y al agotamiento mental acumulados. De hecho, el 13 por ciento de profesionales encuestados reconocen que necesitan ayuda aunque no están recurriendo a este tipo de servicios y, de hecho, afirman que tienen previsto hacerlo en algún momento.

Si a este porcentaje se añade el de profesionales que sí que han acudido o están acudiendo a este tipo de recursos, el resultado es que una cuarta parte de los médicos y médicas españoles (24,9%) son usuarios reales o potenciales de servicios de apoyo a la salud mental. Las mujeres y los jóvenes son los que en mayor medida han recurrido a estos servicios.

Asimismo, el trabajo ha evidenciado los médicos echan de menos y creen que deberían recibir formación para mejorar las competencias emocionales (88%), para un ejercicio saludable (50%) y para la gestión de conflictos (48%).

«Los médicos están muy bien preparados desde un punto de vista técnico pero nada e, incluso, son discapacitados desde un punto de vista emocional», ha dicho Calvo, para zanjar recordando a los médicos que «cuidarse es un imperativo ético porque uno no puede ser un buen médico sino se cuida a sí mismo».