La precampaña, y ahora campaña, de Podemos no está llegando a todos los municipios, ni a todos los distritos de Madrid. Ni mucho menos. Desde que anunció que se presentaba como candidato a presidir la Comunidad, Pablo Iglesias solo ha visitado cinco grandes municipios madrileños olvidándose del resto de 174 localidades que conforman la región. Este «ahorro de gasolina» ha hecho que la campaña de la formación morada no salga de la capital, Pablo Iglesias se ha vuelto urbanita. Igual cree que se está presentado a la alcaldía de Madrid.
Iglesias solo va donde es querido no vaya a ser que le reciban con cacerolas en el barrio de Salamanca o que tenga que plantar cara a un grupo de ultraderechas en Coslada. El líder de la formación morado ha optado por hacer campaña en los barrios del sur donde residen la mayoría de sus votantes. De hecho la campaña de Podemos comenzó en un acto en Lavapiés, «el barrio que vio nacer a Podemos», según el propio Pablo Iglesias.
Las pocas localidades agraciadas con la visita del ex vicepresidente son Rivas, Coslada, Getafe, Parla y Alcalá de Henares. El político de izquierdas ha aprovechado estas visitas para vehicular sus políticas en caso de llegar a presidir la Comunidad. En su desplazamiento a Getafe visitó un colegio para defender la educación pública y en Rivas visitó un centro de protección animal que le sirvió para anunciar que cerraría el Centro de Asuntos Taurinos y que retiraría todas las ayudas públicas de la tauromaquia.
Sin embargo, Iglesias, que aspira a ser presidente de la región sin apenas visitarla, no la comparten sus representaciones municipales. En varias poblaciones madrileñas se han instaurado mesas informativas de Podemos. Digamos que una carpa y varios panfletos hacen campaña por el candidato a la presidencia.
SUS RIVALES NO AHORRAN GASOLINA COMO IGLESIAS
El equipo de Podemos anunció que durante la precampaña y campaña llegarían a todos los barrios y municipios de la Comunidad de Madrid. Bajo la promesa #PrimaveraMorada prometieron que el partido inundaría la región. Nada más lejos de la realidad puesto que Iglesias no se mueve mucho por la geografía madrileña.
sus adversarios políticos si salen a la calle y visitan a diario las localidades madrileñas que aspiran a presidir
Sin embargo, sus adversarios políticos si salen a la calle y visitan a diario las localidades madrileñas que aspiran a presidir. Por ejemplo, el candidato socialista, Ángel Gabilondo, está haciendo prácticamente una gira por toda la región visitando municipios hasta en festivos. También el PP de Ayuso organiza rutas en autobús para visitar las localidades madrileñas y realiza actos en las mismas.
Asimismo, Vox y Más Madrid hacen campaña en la calle llegando incluso hasta organizar mítines en lugares no afines a la ideología de sus partidos provocando disturbios. Incluso, hasta Edmundo Bal, el más perjudicado en las encuestas, recorre la geografía madrileña en este camino para presidir la región. Sin embargo, Pablo Iglesias no copia a sus rivales y decide hacer campaña sin salir de capital, que la gasolina está muy cara.
IGLESIAS SE JUEGA SU FUTURO POLÍTICO EN LAS ELECCIONES MADRILEÑAS
Aunque el líder de Podemos no visite los municipios madrileños y este haciendo un campaña muy floja, la verdad es que Pablo Iglesias se juega su futuro político en los próximos comicios del 4 de mayo. La irrupción del ex vicepresidente en la arena autonómica sorprendió a todos puesto que fue un movimiento difícil de explicar.
Fuentes del Ejecutivo nacional apuntaron que Iglesias quería bajar al escalafón provincial ante la amenaza de unas posibles elecciones anticipadas este año. Otros apuntaron que quería quemar su carrera política en Madrid. Y algunos se atrevieron a apuntar que Iglesias quiso tomar el control en Madrid al ver peligrar su silla con Sánchez.
Fuera como fuese, la carrera profesional en la administración pública de Pablo Iglesias está en juego y los votantes madrileños decidirán donde colocarle. Dentro o fuera de la asamblea, formando o no gobierno autonómico, la supervivencia política del líder de la formación morada está en manos del electorado. Veremos que dicen las urnas.