El vecino más odiado por Pablo Iglesias: «Le saludas por no tirarle un macetazo a la cabeza»

Manolo es un exmilitar de carrera y con la oposición aprobada hace ya muchos años. Este vecino de Galapagar da los buenos días cada día a Pablo Iglesias, quien pasa por debajo de su ventana, según ha afirmado a MONCLOA.com. «Le saludas por no tirarle un macetazo a la cabeza», afirma este vecino de Galapagar que vive a unas decenas de metros de la casa de los «marqueses».

La población es un hervidero durante la campaña electoral. La casa de Iglesias está perfectamente señalizada en Google Maps, con el nombre de «Villa Tinaja» o «Villa Pablenin«. El casoplón del matrimonio Iglesias e Irene Montero está aún custodiado, pese a que él ya se ha bajado del coche oficial. «Ya no tiene«, aseguran algunos de los vecinos. Quien sí ostenta este privilegio es la ministra de Igualdad, un gran turismo con dos escoltas, a los que hay que añadir la guardia policial y la seguridad privada.

PABLO IGLESIAS, UN «VIVIDOR DE LA POLÍTICA»

Este vecino se ha sacrificado para poder cumplir con el sueño de vivir en la zona residencial de la Navata. De sacrificio en sacrificio para poder sufragar una elevada hipoteca antes de llegar a la jubilación. Por este motivo, no cree que un «vividor de la política» sea digno de habitar en una de las zonas más exclusivas de la sierra madrileña al tiempo que defiende supuestamente a los trabajadores.

calle Moncloa
El rodeo de los vecinos llega a ser de un kilómetro

Según señala a este diario, el chalet de Iglesias llevaba en venta mucho tiempo. «Fue alquilado antes de ser comprado por Iglesias«, ha afirmado. «Quién me iba a decir a mí que el perroflauta este de los cojones iba a vivir aquí», se muestra sorprendido.

Si Iglesias pasa por debajo del balcón, Manolo cruza cada día la gran manzana que ocupa el chalet. «Paso por allí todos los días«, afirma, pero lo hace con una actitud de «cabreo» por el coste del palacio de los marqueses. En este sentido, argumenta que todas las personas tienen derecho a mejorar, pero critica que «un tío que vive en Vallecas» para vivir en este chalet a costa de la «película que se ha montado«. Así, ha relatado que él vive en Galapagar porque era su sueño, «porque me lo he currado, tras estas hipotecado hasta las cejas». A costa de la política, Iglesias «se ha montado su casoplón en un telediario». «Es indigno», ha enfatizado.

PABLO IGLESIAS, EL «PERROFLAUTA» DE LA ZONA MÁS EXCLUSIVA DE GALAPAGAR

No sólo ha cargado contra Iglesias, al que le dedica coletillas como «perroflauta«, sino también tiene mensajes contra sus votantes. Al respecto, no entiende cómo puede haber gente que las pase «putas» a fin de mes y vote a Podemos, cuando su jefe de filas vive en un chalet de 540.000 euros de hipoteca siendo tan sólo un profesor universitario. Al mismo tiempo, se imagina a Pablo Iglesias con el puño en alto desde la puerta de su chalet, mientras sus votantes le aplauden felices a pesar de no tener cumplida ni una sola de sus promesas. De Podemos, sólo Iglesias vive en Galapagar. «El 99,9% de sus votantes no llega a fin de mes«, ha insistido.

camino Moncloa
El camino vetado a los vecinos durante meses

«A mí me jode como vecino porque no sé en qué piensa este tío que dice defender a los trabajadores», ha considerado. Y es que, según apunta Manolo, los vecinos de esta tranquila zona de Galapagar, alejada a unos dos kilómetros del escaso bullicio del pueblo, tienen un «cierto nivel» adquisitivo.

PABLO IGLESIAS, EL «MACHO ALFA»

«A ninguno nos ha tocado la lotería», ha destacado. «Nos lo hemos currado», ha insistido. «Pero éste -Iglesias- ¿en qué ha trabajado?», reflexiona. Manolo tampoco olvida los líos de faldas del jefe de Podemos. Le describe como un «macho alfa, que se va cepillando a todas las que va colocando». «Es un despropósito», subraya.

Este vecino de los marqueses de Galapagar es uno de los principales afectados por las fuertes medidas de seguridad impuestas por el exvicepresidente del Gobierno. Y es que, la casa de Iglesias está junto a un conocido y usado camino de campo que sirve para pasear a los perros y montar en bicicleta de forma tranquila. Para acceder a este sendero, habitualmente se transitaba por la puerta del chalet de Iglesias.

Con la llegada del ahora candidato a las elecciones de la Comunidad de Madrid a esta exclusiva residencia, los vecinos tienen que hacer un recorrido de unos 400 metros de ida y otros tantos de vuelta para rodear la fachada de la vivienda, cuando antes recorrían 100 metros en total. El desvío, impuesto por la seguridad, se ha levantado en los últimos meses, a excepción de este redactor al que le han impedido acercarse a la puerta del chalet, pese a que varios vehículos sí han podido acceder a la zona.

LOS ESCRACHES, EN DOMINGO

Manolo recuerda los domingos como los días señalados para las manifestaciones y «escraches» contra Iglesias y Montero, otrora impulsores y defensores de este acoso a políticos tanto en actos públicos como en viviendas.

«Daban por culo cuatro», pero los vecinos «somos los que sufrimos estos cortes de calles», ha dicho. «Nos joden, nos cortan con la valla«, han indicado. Entre las pocas ventajas de convivir de esta forma con Pablo Iglesias es el incremento de seguridad. «El vecino de enfrente quitó la alarma. Yo también la quitaría», ha zanjado.