¿Por qué Twitter «odia» a Vox? Los de Santiago Abascal se quejan de «censura»

Es más normal de lo que parece. Desde Twitter y Facebook acostumbran a tener control sobre determinados mensajes que consideran peligrosos para los usuarios. Ya sean homófobos, xenófobos o que ataquen la integridad de las personas, desde las redes sociales (y más en campaña electoral) se han lanzado a controlar todo lo que se publique en sus portales. El problema es que Vox está saliendo especialmente perjudicado de esta política que ellos consideran «censura». Tal es el grado de control que Twitter ha aplicado a Vox, que este jueves el partido se ha quejado del bloqueo de una buena cantidad de cuentas oficiales.

Es cierto que parece que a Twitter no le gusta nada de Vox. Ni siquiera su propaganda electoral, ya que en algunos casos le pone por encima un velo en el que advierten a los usuarios que el contenido de esa publicación puede herir especialmente la sensibilidad. Hablamos de meros y simples discursos oficiales de diputados en sedes públicas o de anuncios electorales con carteles que no necesariamente son xenófobos u homófobos. Y aunque en otros casos pueda estar más justificado ese control, como es en el caso del cartel que compara el coste del mantenimiento de un MENA con el coste de la pensión de una abuela (y decimos «justificado» porque la Fiscalía ha iniciado una investigación para ver si en este caso se ha cometido un delito de odio), lo cierto es que el marcaje de Twitter a Vox parece irritar y romper los planes de la formación de la formación.

«¿Nos explicas estas restricciones masivas? ¿Tampoco queréis que publiquemos la actividad que realizan los concejales y coordinadores de Vox en la provincia de #Sevilla?,», se han preguntado desde Vox. Lo cierto es que Twitter ha puesto coto a diez cuentas oficiales de diferentes pueblos de Andalucía y las ha «restringido» temporalmente. Y de paso, y como respuesta agresiva, desde Vox han intentado popularizar un hashtag que reza #TwitterCensura.

En Unidas Podemos, sin embargo, no tienen este problema. Desde Vox es cierto que juegan al límite hasta el punto de que la propia Fiscalía investiga el hecho de si comparar el presunto coste de un menor extranjero no acompañado (MENA) con el de una pensionista es delito de odio por señalar a un colectivo por cuestiones de raza. Sin embargo, que haya cuentas oficiales de pueblos que estén censuradas extraña a Vox lo suficiente como para destacar también que el propio contenido de Vox, sea cual sea, siempre tiene un control más exhaustivo desde Twitter.

El problema ya es que los propios discursos en sede parlamentaria de Vox también están cuestionados. No entramos en qué han hecho en bloque todas estas cuentas sevillanas oficiales para que Twitter haya decidido censurarlas, pero sí que resulta llamativo para el partido que un discurso tenga que ser censurado o incluirle encima una advertencia de que podría «herir la sensibilidad» de los espectadores. Es difícil hacer campaña cuando Twitter estigmatiza toda la ideología por entender que puede ser xenófoba, homófoba o racista.

Aún así, Vox sigue en sus trece. «Robos, intentos de violación, agresión a menores… queremos seguridad en nuestros barrios». Frente al intento de censura del consenso progre, el testimonio de los vecinos contando la realidad que sufren en sus barrios miles de españoles», han comentado en Twitter precisamente después de que hayan criticado enormemente el cartel electoral en el que atacan a los Menas.

MÁS QUEJAS

Extraños mensajes de advertencia aparecen en cuentas de diputados de Vox y ante la cercanía de la apertura de la campaña electoral en Madrid. “El siguiente elemento multimedia incluye contenido potencialmente peligroso”, apunta directamente la red social sobre una intervención en sede parlamentaria y una imagen de un casco de obra junto a las palabras “obrero y español”.

Este conato de censura o alerta de estos mensajes en Twitter se producen, además, a dos semanas del 1 de mayo, día en el que el sindicato Solidaridad, afín a Vox, se movilizará para tratar de dejar en evidencia a UGT y CCOO.

Algunos mensajes de diputados del partido político liderado por Santiago Abascal aparecen en la red social con esta advertencia

Algunos mensajes de diputados del partido político liderado por Santiago Abascal aparecen en la red social con esta advertencia. La censura de Twitter obligó a dimitir a Nathalie Picquot, tras tres años como máxima responsable de la red social en España y Portugal. La decisión se adoptó después de las elecciones catalanas, cuando la cuenta de Vox fue cerrada de forma temporal durante casi una semana.

“Después de 3 años al frente de Twitter España he decidido dar un giro a mi vida profesional y dejaré la empresa en breve“, afirmó la directiva, situada ahora en Banco Santander. “Con ganas de empezar una nueva etapa en mi carrera con nuevos aprendizajes y retos distintos. ¡Muy agradecida y orgullosa de haber liderado este gran equipo!”, cerraba el mensaje.