Pablo Iglesias vuelve a hacer paripé en pleno camino a las urnas. Si ya dejó al electorado asombrado con una peluquera para su moño como las grandes estrellas o con la escena en exteriores en la que se baja de un taxi pero se vuelve con comitiva, ahora sorprende con una visita a una comisaria reservada exclusivamente para los parlamentarios de la Cortes Generales, parlamentario, algo que ya no es. Según recalcó el líder de Podemos, allí habría puesto una denuncia, sin embargo, allí solo pueden hacer trámites los diputados del congreso, diputados, no candidato a presidir la Comunidad de Madrid como es Iglesias en la actualidad.
Llama la atención que iglesias haya acudido a estas dependencias no siendo ya un miembro de la Cortes Generales
La escenificación, digna de guion y de Oscar, ocurre en la Comisaria del Congreso de los Diputados. En estas oficinas policiales solo se presta servicio a los diputados del Congreso, es decir al personal de la casa aforado. Llama la atención que el líder de Podemos haya acudido a estas dependencias no siendo ya un miembro de la Cortes Generales. Además, fuentes policiales de la Comisaría de Palacio confirman que solo pueden registrar denunciar los parlamentarios, algo que Iglesias ya no es.
Asimismo, fuentes del hemiciclo nos confirman que es una comisaría muy cómoda ya que hay poca gente y quizás por ello, el líder de Podemos haya elegido esta oficina para denunciar las amenazas de muerte que recibió en un sobre acompañado de balas de los años 80. Actualmente, existe un investigación en marcha para identificar al autor o autores de las misivas con munición que también han recibido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
UNA RUEDA DE PRENSA IMPROVISADA QUE VIENE MUY BIEN EN CAMPAÑA ELECTORAL
Esta visita a la Comisaría del Congreso de los Diputados le sirvió al líder morado para tener voz en los principales medios de comunicación españoles. A su salida de las instalaciones policiales, de las que ya no puede hacer uso, Pablo Iglesias hizo declaraciones a los periodistas.
«¿Si un día me pegan un tiro o me ponen una bomba dirán que lo aprovecho para la campaña? Han amenazado de muerte a mi pareja, a mi madre, a mi padre y a mí. He presentado una denuncia y espero que se produzcan detenciones, pero esto también tiene que tener una respuesta ciudadana y democrática en las urnas», apostilló ante los micrófonos que allí les esperaban.
El secretario general de Podemos se dirigió a dicha comisaría nada más abandonar el debate radiofónico tras su enfrentamiento con Rocío Monasterio que dudo de la veracidad del Gobierno y que Pablo Iglesias utilizó como ataque diciendo que «ponía en duda sus amenazas de muerte». Iglesias estuvo acompañado en su paripé por Enrique Santiago, Rafa Mayoral e Isa Serra, la número dos en la lista electoral de Podemos para el 4M.
REYES MAROTO TAMBIÉN ACUDIÓ A LA COMISARÍA DEL CONGRESO
También Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo y futura vicepresidenta económica de la Comunidad de Madrid en caso de que Ángel Gabilondo llegue al Ejecutivo autonómico, ha recibido una carta con amenazas de muerte. Se trata de un sobre que contenía una navaja con manchas rojas y distintos folio con mensajes en contra de la integridad física de la política.
Como Pablo, la política socialista ha decidido denunciar los hechos en la comisaría del Congreso. Al igual que el líder de Podemos también se ha improvisado una rueda de prensa a las puertas de las Cortes Generales. «Es una carta distinta porque aparece remitente, aunque no puedo dar su nombre porque se está investigando. Tenemos que ver ahora que esa persona existe y que es la que me ha mandado la carta», ha apuntado la ministra ante los micrófonos tras formalizar la denuncia.
Cabe destacar que Reyes Maroto si puede hacer uso de estas dependencias policiales puesto que ella sí es diputada de las cortes generales por Madrid. La vallisoletana, por su condición de aforada, si puede realizar trámites en la Comisaría de Palacio. Pablo Iglesias, ahora, ya no. El político tiene que hacer uso del resto de comisarías, llenas de gente y de denuncias por tramitar, como todos los mortales madrileños.
