jueves, 12 diciembre 2024

El Papa reclama una Iglesia «pobre con y para los pobres»

El Papa ha reclamado una Iglesia «pobre con y para los pobres» que sea cercana a las personas marginadas y excluidas, al tiempo que ha invitado a llevar a cabo una acogida a los inmigrantes que respete su dignidad como personas y no los trate como si fueran simples números.

«Con vuestras iniciativas hacéis visible una Iglesia pobre con y para los pobres, una Iglesia saliente y cercana a las personas en situaciones de sufrimiento, precariedad, marginación y exclusión», ha señalado en el discurso que ha dirigido este viernes a una delegación de la comunidad católica ‘Chemin Neuf’, un movimiento de la Renovación Carismática, nacido en Francia en 1973 de un grupo de oración.

Actualmente, ‘Chemin Neuf’ cuenta con 2.400 personas comprometidas repartidos en 30 países, entre ellas 400 célibes consagrados, de los cuáles 120 son sacerdotes, según datos del movimiento.

El Papa ha recibido en el Vaticano a varios miembros de esta comunidad y les ha invitado a reflexionar sobre «la presencia de los migrantes y su acogida en Europa hoy». Así, ha lamentado que cuando se habla de inmigrantes y de personas desplazadas «muy a menudo se citan solo cifras. «¡Pero no se trata de números, se trata de personas!», ha subrayado. Por eso, ha instado a conocer «sus historias» porque solo así se puede «entenderlos».

El Pontífice ha citado la exhortación apostólica ‘Christus vivit’ y ha reiterado que «la vocación de los laicos es, ante todo, caridad en la familia, caridad social y caridad política» porque es un «compromiso concreto nacido de la fe para construir una nueva sociedad». «Es vivir en medio del mundo y la sociedad para evangelizar, buscar la paz, la convivencia, la justicia, los derechos humanos, la misericordia, y así extender el Reino de Dios en el mundo», ha dicho el Papa.

El Pontífice ha alabado la «apertura ecuménica» de este movimiento y su actitud de estar dispuesto a «acoger las diferentes culturas y tradiciones, para transformar el rostro de la sociedad». Así, les ha invitado a seguir recorriendo «los caminos de la fraternidad» y tendiendo «puentes entre las personas, entre los pueblos y en un mundo donde todavía se construyen tantos muros por miedo a los demás».

Por otro lado, ha reivindicado la necesidad de llevar a cabo una «conversión ecológica» que reconozca «la dignidad eminente de cada persona, su propio valor, creatividad y la capacidad de buscar y promover el bien común».