Cómo hacer una bechamel sin grumos: este es el gran secreto

La cocina es uno de los grandes placeres de la vida. Por ello, quizás, uno de los planes más recurrentes entre amigos o familia el fin de semana es dar un capricho al paladar. Que sea a base de comida basura en alguna cadena barata, o con un menú de ensueño en un restaurante caro, es lo de menos. El punto medio, y más habitual, son los bares. Con la llegada del buen tiempo lo más típico es aprovechar el vermú y las cervezas para pedir algunas raciones. Más allá de las patatas, lo que está de moda ahora son las croquetas. En casa, la puedes preparar muy fácilmente si dominas la bechamel. Por ello vamos a enseñarte a clavar esta elaboración.

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Cómo hacer esta ‘salsa’ para degustar unas croquetas

Como hemos mencionado antes, las croquetas de jamón son las más habituales, aunque pueden preparase de cualquier otra cosa. Para hacerlas, hay dos variantes: está la opción de sofreír la cebolla y el ingrediente principal a parte y agregarlo a la bechamel preparada o, mejor aún, hacerlo todo al unísono. Simplemente hay que tener en cuenta que tras agregar la mantequilla deberíamos sofreír la cebolla y, después, el jamón. Por último, pondríamos la harina, la cocinaríamos y agregaríamos la leche. Como el jamón tiene bastante sal, es importante no agregar este elemento hasta el final, probando primero, para saber cuánta hace falta. Con estos consejos podréis hacer unas croquetas de escándalo en casa y sorprender a vuestros invitados.

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