Arrimadas prepara un lavado de cara de C’s para salvar su puesto y fagocitar a Villacís

Ya hay fecha para el alzamiento liberal. Inés Arrimadas sabe que su estrategia nacida de la moción de censura en Murcia le ha pasado factura, pero no tiene intención de dimitir. El plan de Ciudadanos es lavar su cara e iniciar una nueva etapa cargando el muerto a los viejos dirigentes que ya han abandonado la formación (como por ejemplo el vicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio Aguado). El 18 de julio habrá una convención política para que la formación naranja reviva. En esta reunión se tratarán dos temas: el primero, la pervivencia de Arrimadas al frente del partido a pesar de todas las malas decisiones que han marcado su gestión; y la segunda, fagocitar a la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, para evitar que se postule como alternativa a la actual presidenta. Quién sabe si la dirigente madrileña acaba de portavoz, como su alcalde, José Luis Martínez Almeida lo es del Partido Popular.

La idea de Arrimadas es remarcar el carácter liberal de Ciudadanos. La formación naranja entiende que el Partido Popular aún tiene muchos lazos con la Iglesia y esto le condiciona en su programa y en su ideología. Es ahí donde entra Ciudadanos y donde Arrimadas quiere hacerse un hueco que le permita recuperar algunos de los votantes perdidos durante estos años. El caso es que la presidenta de la formación naranja no pasa precisamente por su mejor momento dado que el cúmulo de malas decisiones la ha convertido en una líder más cuestionada que incluso el dirigente popular Pablo Casado. Arrimadas ha acelerado el congreso de su partido para intentar garantizar su pervivencia política y para neutralizar las amenazas antes de que se enquisten.

En el partido ya hablan de el «nuevo» Ciudadanos. Nadie especifica qué cambios se harán o qué habrá de nuevo en la formación a partir del 18 de julio, pero lo que está claro es que Arrimadas quiere seguir al frente incluso después de haber contribuido a hundir el partido en la Comunidad de Madrid con la ayuda de Aguado. Lo que aseguran las fuentes es que el principal objetivo de Arrimadas no es otro que el de blindarse con un equipo fiel y sobretodo neutralizar a quienes suenan como sucesores o sucesoras de la presidenta mediante el estilo Teodoro García Egea. Vamos, que si eres una amenaza para el líder, te convertirás en un fiel servidor del mismo. Ten cerca a tus enemigos, es la máxima de Teodoro y ahora de Arrimadas.

Begoña Villacís es quien está llamada a heredar Ciudadanos. Al menos es el sentir de algunos. Es la única que ha mantenido su imagen intacta y que tiene tirón mediático. Arrimadas es conocida, pero todos coinciden en que su ambición le ha jugado dos malas pasadas. La primera, cuando abandonó Cataluña por un sueño mejor en el Congreso de los Diputados, lo que dejó claro que su compromiso con «su tierra» era temporal, además de un trampolín; y la segunda, cuando creyó que con una batería de mociones de censura autonómicas podría elevar a Ciudadanos a lo más alto como socio de Gobierno del PSOE.

Arrimadas
Arrimadas, con Villacís en primer plano. Foto: Flickr Cs.

El exhausto equipo de Arrimadas sabe que lo bueno que tiene Ciudadanos es que a la mayoría de los dirigentes del partido naranja no les conoce nadie, por lo que neutralizar a Villacís dándole un cargo como el de portavoz nacional de la formación sería un paso inteligente (desde el punto de vista del ejecutivo de la presidenta de C’s) que dejaría a la dirigente municipal madrileña bajo el yugo de Arrimadas. Nadie en la agrupación apuesta por Villacís. No en el sentido de que en este congreso del próximo julio se vaya a erigir como alternativa viable a Arrimadas. Lo que sí asumen es que la presidenta del partido naranja la integrará en su ejecutiva con un cargo que la obligue a estar sometida al criterio de la líder. Y si hay que hablar de mociones de censura, se hablará.

Arrimadas insiste en que la reunión pretende plantear «reformas de futuro»

Arrimadas insiste en que la reunión pretende plantear «reformas de futuro» que «solucionan los problemas del día a día de la gente», así como explicar lo que «significa ser liberal». Vamos, que se reunirán para decirse los unos a los otros lo liberales que son y sobretodo para reciclar prácticamente el mismo programa que presentó Albert Rivera en su momento. La realidad es que este congreso busca consolidar la situación de Arrimadas y neutralizar amenazas en un momento delicado en el que Ciudadanos ni siquiera tiene representación en la Comunidad de Madrid. Todos cuestionan a Arrimadas y ella quiere acallar las voces para poder ser la candidata para las elecciones generales de 2023.

Entretanto, Villacís no ignora las intenciones de Arrimadas. Durante toda la campaña electoral de la Comunidad de Madrid, la presidenta del partido no dejó que la dirigente municipal hiciera ningún movimiento por libre. A donde iba una, iba la otra. Hasta en Fitur se las vio juntas, con las elecciones ya pasadas. El marcaje de Arrimadas a la vicealcaldesa no ha cesado desde que se dio cuenta de que Villacís era uno de los pocos activos del partido que podría disputarle el liderazgo de Ciudadanos. Con todo esto sobre la mesa, Villacís se espera que en ese congreso no la dejarán al margen. Tomará un papel importante y se huele que puede ser el de portavoz del partido u otro cargo similar que la someta al criterio de Arrimadas. No es algo nuevo para ella, pues tiene a Almeida como ejemplo de un político revelación que ha sido neutralizado y fagocitado por el inseguro Casado.