El Ejecutivo perfila junio como el mes en que se acabe el uso de mascarilla al aire libre

Los expertos están divididos, pero hasta la izquierda ha lanzado al aire el debate de cuándo se podrá prescindir de la mascarilla en espacios abiertos. Hay profesionales sanitarios y virólogos que entienden que usarla al aire libre es innecesario. Sin embargo, el desarrollo de la pandemia llevó al Ejecutivo a un «y tú más» que acabó por hacer obligatorio el uso del cubrebocas hasta en las situaciones más absurdas, como por ejemplo dar un paseo por el monte. Por eso, el PSOE pretende dar el pistoletazo de salida del inicio de la vieja normalidad este mes de junio. El Centro Europeo de Control de Enfermedades ha recomendado flexibilizar el uso del mascarillas entre los vacunados y el PSOE se lo ha tomado al pie de la letra. En junio, Sánchez prevé salir a la tribuna para anunciar el principio del fin de la pandemia con la relajación del uso de la mascarilla.

Por su puesto, la mascarilla no se irá de golpe en ningún caso. En espacios cerrados costará meses poder prescindir del uso del cubrebocas, según deslizan los expertos. Sin embargo, los espacios abiertos y el tener que ir con la boca al aire libre tapada tienen los días contados. El PSOE no pasa por su mejor momento político con las encuestas en contra y con una batería de medidas en ciernes que son bastante impopulares, como los indultos a los líderes del procés, la tasa al diésel o la implantación de peajes obligatorios en todas las carreteras españolas. Con todo esto, los socialistas necesitan dar una buena noticia y empezar la campaña electoral dos años antes de las elecciones para así tener alguna posibilidad de esquivar el desgaste y la erosión de la pandemia. Y quitarse la mascarilla es uno de los símbolos más esperados por los españoles. Al menos por algunos.

España afronta la desescalada por dos motivos: políticos y económicos

La desescalada es cuestión de semanas o incluso de días. Pese a que hay expertos que indican al más puro estilo pesimista de Margarita del Val que es necesario mantener las restricciones y el control durante unos meses más para evitar sorpresas, lo cierto es que la mayoría de los países con un alto índice de vacunación ya empiezan a abrir el puño. Israel, por ejemplo, ya ha prescindido de las mascarillas y empieza a recuperar poco a poco la vieja normalidad. Gibraltar es otra zona que también tiene bastante avanzado el proceso de recuperación. Y España, aunque solo tenga cerca de un 20% de los españoles con la pauta de vacunación completa, también afronta la desescalada por dos motivos: políticos y económicos.

Hablamos de motivos políticos porque la sensación en el PSOE es que la ejecutiva del partido ha perdido el norte. Todas las medidas que ha anunciado este segundo trimestre de 2021 han sido bastante impopulares y han estado marcadas por la victoria de Isabel Díaz Ayuso (PP) en la Comunidad de Madrid. Desde la formación socialista entienden que es imperativo dar un mensaje que alivie a la población y más en un contexto en el que Sánchez coquetea con dar el indulto a los líderes catalanes del procés en contra del criterio del mismísimo Tribunal Supremo. La idea del PSOE es anunciar en junio el fin del uso de las mascarillas en espacios abiertos. Sin más. Solo espera a que el ritmo de vacunación dé un empujón definitivo que acerque al número de inmunizados al 50%.

Y hablamos de motivos económicos porque España necesita sí o sí salvar el verano. La hostelería, el ocio nocturno, los hoteles, los taxis, las tiendas y todo lo que viva del turismo está deseando que se recuperen algunos de esos millones de visitantes que venían a España cada verano para remontar. El verano de 2020 fue muy malo y el de 2021 tiene que ser mejor. Tomar medidas atractivas como quitar las mascarillas en espacios abiertos puede contribuir a dar una imagen de país seguro aderezada por la idea de esa libertad que tanto rédito político le ha dado a Ayuso estas últimas elecciones autonómicas.

Con todo esto sobre la mesa, los socialistas entienden que no pueden aplazar mucho más lejos del 20 de junio el mensaje de que se acabó el uso de mascarillas en espacios abiertos. Su calendario es más similar al escolar que a cualquier otro. La idea es que el fin de la primavera venga acompañado de la primera flexibilización del uso del tapabocas, que no olvidemos que a día de hoy hay que emplearlo hasta para ir al baño. Al menos es lo que se desprende del Boletín Oficial del Estado siempre que no se modifique.

La idea que baraja el PSOE es, como siempre, escenificar la presentación lo máximo posible para que Iván Redondo tenga su papel protagonista en el momento. Puede que se tire por un barranco por su presidente, pero lo cierto es que su especialidad no es la lealtad ciega, sino el vender humo. Publicidad, marketing y una escenificación que se prevé interesante para que su presidente, Pedro Sánchez, anuncie a todos los españoles que estamos encarando una nueva etapa de recuperación en la que no tendremos que respirar a través de una tela.