La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado que la aprobación, este martes, de la Ley Trans en el Consejo de Ministros es una muestra» de la «fortaleza» del Gobierno de coalición y de que cuando «hay que negociar» y se producen «debates profundos» que duran «meses», los socios son capaces de «dialogar» y «cumplir» con el pacto de coalición. «Es un día histórico», ha agregado la ministra.
Montero ha comparecido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, junto a su homólogo de Justicia, Juan Carlos Campo, para explicar el contenido de la norma que recoge los derechos específicos de las personas trans, y también medidas para garantizar los del colectivo LGTBI, así como su no discriminación.
La titular de Igualdad ha destacado que esta norma recoge la «libre determinación» de las personas trans con un sistema de doble comparecencia, «sin testigos», ni «pruebas»; así como su despatologización. Ambas medidas, ha señalado, eran reclamadas por el colectivo y por los principales organismos internacionales para «garantizar los derechos humanos».
El texto también incluye «una batería importante» en materia de derechos LGTBI, legisla «por primera vez» los derechos de las personas intersexuales, permite la filiación de un hijo a parejas de lesbianas o bisexuales sin casarse, el acceso a la reproducción asistida a lesbianas y personas trans con posibilidades de gestar o recoge sanciones frente a las discriminaciones a personas del colectivo, entre otras medidas, según ha apuntado la ministra.
UNA NORMA «MEJORABLE»
Aunque en su intervención ha señalado que se trata de un «buen texto legislativo» y considera que sitúa a España a «la vanguardia» europea en materia de derechos de las personas LGTBI, Montero también ha reconocido que se trata de una norma «mejorable, como toda ley» y, en este sentido, se ha referido al reconocimiento de las personas no binaries o a las garantías de derechos para las personas trans migrantes.
La titular de Igualdad ve posible mejorar la norma en estos y otros aspectos durante el trámite parlamentario en el Congreso y el Senado y, ha indicado, los grupos tendrán el «apoyo» del Gobierno en este proceso. A las formaciones en las Cámaras también les ha recordado la «urgencia» que supone poner en marcha esta ley, teniendo en cuenta la «realidad» de las personas trans.
La ministra ha recordado que ya pidió perdón ante la Cámara baja por la tardanza en la aprobación de la norma, entre otras cosas. Lo hizo después de que el texto no fuera tomado en consideración en la Cámara baja tras la decisión del PSOE de abstenerse.
UNA NEGOCIACIÓN «LARGA Y DIFÍCIL»
El cambio de posición de los socialistas antes esta ley, especialmente el de la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, que ha sido crítica con la autodeterminación de género, ha sido una de las principales cuestiones que se ha trasladado a Montero durante la rueda de prensa.
La titular de Igualdad ha señalado que ha sido una negociación «larga y difícil», pero ha indicado que, en dichos encuentros, ha habido «muchos más momentos de acuerdo» que han permitido llegar hasta la aprobación de este martes y a un texto que «cumple con los estándares internacionales».
«Creo que es evidente que ha sido larga u difícil, pero también que ha dado sus frutos y por eso digo que muestra la fortaleza del Gobierno», ha declarado, para indicar que las posibles diferencias que había entre socios no ha «impedido trabajar» en la ley.
Montero también ha sido preguntada por la oposición que ha mostrado una parte del movimiento feminista hacia esta ley. En este sentido, ha señalado que, «siempre» que se aprueban leyes «de este calado», como «el aborto o el matrimonio igualitario» siempre se genera «debate social» e incluso «oposición», pero, a su juicio, «años después nadie se reconoce en oposición» a los textos porque son medidas que sirven para «mejorar la sociedad» y la «vida de las personas».