La Policía Local de Palma ha mantenido esta noche un dispositivo de vigilancia en las cercanías del hotel Palma Bellver, donde están alojados los estudiantes aislados por el ‘macrobrote’ asociado a viajes de estudios a Mallorca.
Según ha informado la Policía, el operativo ha consistido en presencia estática en el lugar, entre las 20.30 y las 00.30 horas. Se ha desarrollado sin novedad, sin detectarse venta de alcohol a los menores.
El operativo se ha constituido tras las numerosas quejas por las molestias ocasionadas al vecindario por las personas confinadas la noche anterior. Se recibieron quejas por música a alto volumen, griterío y actos vandálicos como lanzamiento de diversos objetos a la calle.
Además, el personal de seguridad del establecimiento manifestó la preocupación de que desde un bar cercano se estuviera suministrando alcohol a los jóvenes aislados mediante cubos atados a sábanas.
Una dotación policial se desplazó al lugar y requirió a los jóvenes que depusieran su actitud y éstos obedecieron las indicaciones de los agentes.
HILA ASEGURA QUE LA DENUNCIA «NO FUE MÁS ALLÁ»
En declaraciones a los medios, el alcalde de Palma, José Hila, se ha pronunciado sobre esta cuestión y ha asegurado que la denuncia de los vecinos por molestias en el hotel COVID «no fue más allá», dado que una vez la Policía Local les pidió que se comportasen, los jóvenes hicieron caso.
También ha destacado el control que se ha establecido para que bares y restaurantes no vendan alcohol a los estudiantes aislados en el hotel, aunque ha asegurado que «no se ha constatado ni demostrado que haya bares que han vendido alcohol». «Saben que hay vigilancia», ha añadido.
En este sentido, ha explicado que los establecimientos de los alrededores han sido advertidos de que no pueden vender alcohol a los estudiantes. «Hemos prevenido, por si acaso», ha concluido.