El exvicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, ha calificado el reencuentro con el expresident y líder de Junts, Carles Puigdemont, de «agradable» y «emotivo» y ha negado que hubiera reproches, después de verse las caras por primera vez desde octubre de 2017.
Tras una reunión de dos horas en la casa de Puigdemont en Waterloo, el líder de Esquerra ha asegurado que el reencuentro ha sido «agradable» y «familiar», sin que hayan entrado a profundizar en cuestiones políticas como el rumbo del independentismo. «Hemos hablado de la situación personal y de las familias, así como del compromiso compartido de luchar contra la represión», ha declarado a los periodistas congregados en la residencia del eurodiputado.
«No tengo por costumbre reprochar nada a nadie, y en sentido contrario tampoco. Ningún reproche y sí un compromiso explícito de luchar por la represión que todos sufrimos y sufre el conjunto de la sociedad», ha afirmado sobre los detalles de la primera cita desde que Puigdemont saliera de España para eludir a la Justicia.
Según Junqueras, dentro de la vivienda sí ha habido abrazos con Puigdemont, pese a que frente a los periodistas sólo han compartido espacio en la foto de familia junto a la expresidenta del Parlament Carmen Forcadell, y los exconsellers Raül Romeva, Dolors Bassa y Meritxell Serret, que han acompañado a Junqueras a Waterloo. El líder de ERC no ha querido comentar el hecho de que el líder de Junts saliera a recibirle a su llegada.
El exvicepresidente ha explicado que el encuentro ha sido de carácter personal y ha servido para intercambiar experiencias tanto de quienes han estado en prisión como de los que se encuentran fuera de España. «Es un placer reencontrarme con los compañeros y con los amigos», ha zanjado.