La pasta es un plato consumido en todo el mundo, y la salsa carbonara es, junto a la pizza, una de las recetas italianas más replicadas en todo el mundo. Sin embargo, los más puristas se echan las manos a la cabeza cuando nos ven preparar una carbonara con nata, que es como solemos cocinarla los neófitos aficionados, porque la realidad es que nuestra versión de la famosa salsa no tiene apenas nada que ver con la tradicional. La receta original utilizaba nada más que huevos, panceta, o mantequilla, pimienta negra y, por supuesto, queso.
1EL ORIGEN DE LA SALSA CARBONARA
Indagando en los orígenes de una de las recetas preferidas por todos el mundo a nivel internacional, descubrimos que la palabra ‘carbonara’ está relacionada con el carbón. Esto es así porque la receta se originó en Los Apeninos, una zona montañosa del norte de Italia donde había una importante actividad minera. Allí los mineros solían tomar este plato que se preparaba en un momento, si te tenían que consumir nada más cocinarse par que el huevo no cuajase. Hay quien dice que la pimienta negra con la que se espolvorea esta salsa, que suele tomar con pasta tipo espagueti o tallarines, es una especie de homenaje al carbón que extraían de la mina estos trabajadores.