Jesús Cintora llegó hace ocho meses a TVE con la intención de revitalizar la franja del mediodía de la pública. Es cierto que ‘Las cosas claras’ ha mejorado los datos de su antecesor, contribuyendo así al crecimiento del ‘Informativo Territorial’ y el ‘Telediario 1’.
Pero el tono amarillo del programa y el hecho de que no se realice con los medios de la propia TVE había soliviantado desde el Partido Popular, que respira tras la previsible no renovación del programa, o la influyente UGT.
Es cierto que en defensa del soriano se han erigido Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya, Comisiones Obreras o Compromís, que veían con buenos ojos que La 1 tuviese un espacio político que se saliese del convencionalismo habitual de los programas de la pública.
CAMBIO DEL PSOE
El PSOE consiguió hace cuatro meses desencallar la negociación de RTVE con el Partido Popular, que aceptó un reparto de cromos en el Consejo de Administración de la Corporación pública a cambio de que La 1 fuese despolitizada. Es decir, que el primer canal público cancelase espacios como ‘Las cosas claras’ o apartase a Mónica López de ‘La hora de La 1’, tal y como ha sucedido.
Los socialistas, que hace tres años prometieron la despolitización de la pública, habían manejado a su antojo RTVE gracias a la gestión de la administradora única Rosa María Mateo, que desde hace más de año y medio lucía como un jarrón chino tras el fichaje del nuevo comisario político de La Moncloa en La 1, Enric Hernández.
Este, en línea directa con Iván Redondo, tuteló la conversión de un canal que debería luchar contra Telecinco o Antena 3 en una especie de señal gubernamental que compitiese con La Sexta, parte de una Atresmedia con la que el PSOE ha tenido muchísimos problemas desde que Pedro Sánchez tumbase en la moción de censura del verano de 2018 a Mariano Rajoy.
Pero el acercamiento entre el multimedia propiedad de Planeta y el Gobierno de España ha conllevado que Pedro Sánchez rompa amarras con la RTVE prosocialista y quiera convertir La 1 en un canal con apariencia de neutralidad, que es lo que había prometido antes de convertirse en presidente del Gobierno.
INFLUENCIA
Pérez Tornero cree que La 1 debe aumentar su relevancia: «No hay que dar por hecho que RTVE no es influyente. Es relevante, lo sigue siendo. Lo podemos ser con claridad y mucho más. El camino hay que hacerlo muy pronto. Somos la televisión consultada continuamente por todos los españoles. El 83% de la audiencia acaba yendo a RTVE».
Pero hace unas semanas aseguró que su objetivo «no es recuperar únicamente la audiencia, sino la relevancia que corresponde a un medio de comunicación público. Vamos a subir mucho en relevancia y poco a poco en audiencia. Sin audiencia no hay relevancia, necesitamos audiencia suficiente para tener relevancia de calidad, pero no nos vale tener audiencia a costa de cualquier cosa».
El presidente de RTVE cree que «el periodismo que debe hacer Televisión Española es público, valioso, informar con profundidad. Todo lo que sea banalización, show y escándalo no debería estar en ninguna parte de RTVE, pero fundamentalmente en los informativos. La ley dice que la información es responsabilidad interna de RTVE. Les aseguro mi compromiso con esa responsabilidad interna. Seguiremos el informe de la CNMC sobre esa idea. Es un sentir general de todos los profesionales de la casa que el periodismo de calidad vale la pena y el periodismo banal no vale la pena y menos en la televisión pública«.
Claves en esta nueva etapa serán Esteve Crespo, nuevo jefe de los Contenidos Informativos de RTVE; Pau Forn, nuevo responsable de los ‘Telediarios’; y Marc Sala, que previsiblemente se encargará de ‘La hora de La 1’ a partir de septiembre.
