La tarta de queso es una de las recetas de postres más deliciosas que podemos encontrar y también que preparar. Sencilla y con ingredientes de calidad, no cabe duda de que no hay nada mejor que terminar una buena comida con ella.
Sin embargo, seguro que si la has preparado alguuna vez por tu cuenta, te has encontrado con algunos problemas relacionados con el molde o con la consistencia de la base, que suele ser de galleta.
¿Quieres ponerles solución? Descubre el truco para lograr una base de galleta crujiente en tu tarta de queso.
6Cómo desmoldar para servirla como un profesional
Con todos los trucos que hemos aprendido, el resultado que obtendremos será una tarta de queso deliciosa y sin ningún problema. Cuando la tarta haya enfriado dentro del horno, retiramos el papel y tapamos con papel fil, dejándola en el frigorífico durante cuatro horas antes de proceder a desmoldarla por completo. Otra idea es hacerla casi por la noche y dejarla en la nevera todo el tiempo que estemos durmiendo. Así, además, multiplicará su sabor.
Si queremos tener seguro un desmoldado sin problemas y sin que los bordes del postre terminen agrietándose, envolvemos un trapo bien caliente alrededor del mismo, dejándolo tan solo unos segundos. Gracias a ello, las paredes se despegarán de forma perfecta y el desmoldado será mucho más rápido.
