El embajador de la UE en Kabul, Andreas von Brandt, ha pedido un poco de paciencia a los numerosos afganos que se agolpan frente al aeropuerto de Kabul con la esperanza de abandonar el país, animándoles a esperar su turno ya que de lo contrario se corre el riesgo de que nadie pueda marcharse.
Aunque la situación dentro del aeropuerto está controlada, tras las escenas de caos del lunes con cientos de personas intentando encaramarse a un avión militar estadounidense, la agitación se ha trasladado ahora a las puertas del aeródromo, donde permanecen agolpadas cientos de personas.
Los talibán han establecido puestos de control en las inmediaciones, lo que estaría dificultando el acceso, e incluso realizan con frecuencia disparos al aire para dispersar a la multitud, de acuerdo con algunos vídeos compartidos en las redes sociales.
Ante esta situación, muchos afganos han expresado su desesperación ya que pese a contar con los documentos en regla y el permiso para volar hacia algún otro país con el que en su día colaboraron, no están consiguiendo llegar a tiempo al aeropuerto.
En estas circunstancias, el embajador de la UE, que se encuentra dentro del aeropuerto, ha enviado un mensaje a quienes quieren llegar hasta él: «Cuanto más escuchéis los anuncios, os mantengáis alejados de la puerta cuando no sea vuestro turno y dejéis que pasen los que tienen un vuelo previsto, más de vosotros podréis acceder a un vuelo».
De lo contrario, ha advertido en su Twitter, «existe un elevado riesgo de que nadie salga» dado que las puertas podrían volver a cerrarse por motivos de seguridad, tal y como ha ocurrido muchas veces en los últimos días.
Así pues, «dejad que pasen esas personas que indiquen claramente un país u hora de salida y volved cuando sea vuestro turno», les ha conminado. «Es un momento difícil pero juntos podemos conseguirlo», ha subrayado.
La UE tiene previsto evacuar a entre 380 y 400 afganos que trabajaron para el bloque y sus familias, según dijo este martes el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep. Borrell. Todos ellos serán trasladados a España, desde donde serán reasentados en el resto de estados miembro, en base a cuotas. El primer avión con 36 de ellos llegó anoche a Madrid vía Roma.