Las amenazas contra Vox, el fruto del cordón sanitario de Borràs e Illa

Una soga y el patíbulo para ahorcarle junto con la frase «puto Vox«. Este es el fruto del cordón sanitario promovido por los independentistas y los socialistas en el Parlament. El dibujo de una soga y un hombre colgando de ella, junto al insulto no se ha realizado en una sede, como es habitual en Cataluña, sino en un domicilio particular. En concreto, en la vivienda de Toni López, diputado de Vox en el Parlament. La amenaza se ha ejecutado tan sólo seis meses después de las elecciones del 14-F y tras el cordón sanitario promovido por los independentistas, PSC y Podemos en el Parlament.

La medida adoptada por estas formaciones fue muy criticada, más cuando Vox no incumple ningún artículo de la legislación ni el reglamento del Parlament para poder expresar sus ideas con la palabra. En resumen, han sido escogidos democráticamente por miles de catalanes. Sin embargo, este «cordón sanitario contra la extrema derecha«, como defienden desde el PSC, En Comú Podem y el resto de fuerzas separatistas, sigue vigente pese a la ejecución de las amenazas.

Tan sólo el PSC se ha aislado de la deriva de los separatistas, pero ellos mismos fueron los primeros en promoverla. La gravedad de las amenazas ha obligado a los líderes de JxCat y del PSC a moverse, aunque sin pedir disculpas ni retractarse, como si con ellos no hubiera ido la cosa.

EL MACABRO JUEGO DEL PSC: DEL CORDÓN SANITARIO AL «ODIO NO TIENE CABIDA»

«Ni el acoso ni amenazas de esas ratas harán que retroceda ni un sólo milímetro en la defensa de mis ideas«, ha afirmado López. Horas después de publicarlo en Twitter, Illa mostraba su «apoyo» al diputado de la formación conservador frente a estas «intolerables amenazas». «El odio no debería tener cabida en nuestra sociedad. Hay que combatirlo desde la unidad, el respeto y la defensa de los valores democráticos».

Laura Borràs

Pero Illa parece olvidar que propuso hace tan sólo unos meses. De aquellos barros, estos lodos. Promover un cordón antidemocrático contra un partido legítimamente votado en las urnas fue la primera medida que se impulsó en el Parlament. El bulling, la marginación y el acoso a los diputados de Vox se evidenció desde el inicio. Los despachos, pese a ser la cuarta fuerza política del Parlament, se sitúan en el gallinero, la zona más elevada de la Cámara catalana, como si de unos apestados se tratara. Asimismo, los propios diputados independentistas se ausentaron en la primera declaración de Ignacio Garriga, pese a tener el mismo derecho que el resto de diputados para tomar la palabra.

En la misma línea se ha mostrado Laura Borràs, presidenta del Parlament. «Como Presidenta del Parlamento condeno estas amenazas en casa del diputado Toni López«, ha afirmado. «Los demócratas sólo utilizamos herramientas democráticas», ha dicho.

EL PSC DEFIENDE LOS VALORES DEMOCRÁTICOS TRAS INSTAR AL CORDÓN SANITARIO CONTRA VOX

El propio líder del PSC e impulsor de un ‘Govern Alternatiu’, paralelo al real y con el que negocia Pedro Sánchez, inició las conversaciones para aislar completamente a Vox en el Parlament. El pacto surtió efecto hasta el mes de abril, cuando el PSC decidió cambiar la estrategia debido a su inutilidad. Y es que, a Vox le gusta la batalla política y se aleja por completo del victimismo, eso sí, denuncia todos los actos que se cometen en su contra, más si se trata de una amenaza en el domicilio particular de un diputado, como es el caso de Toni López.

Los ‘verdes’ de Garriga no se han arrugado ante la adversidad. De hecho, se crecen en este tipo de situación. Saben muy bien dónde juegan y cuándo hay que plantar cara al totalitarismo de la izquierda y los independentistas, que mantienen a la imputada Laura Borràs al frente del Parlament, denigrando la institución más importante de Cataluña.

El odio que destila Borràs frente a los que no son de su cuerda no sólo se produce en el hemiciclo catalán. Hace tan sólo unos días, la imputada presidenta del Parlament hizo gala de su mala educación y falta de respeto al negarse a responder en castellano. En vez de facilitar la labor de los periodistas que informan en castellano desde Cataluña, Borràs espetó que «existen los subtítulos».

VOX LLAMÓ «LADRONES» A LOS ALTOS CARGOS DE LA GENERALITAT

El papel de Borràs contra Vox en el Parlament es el caldo de cultivo de estas amenazas contra los diputados en sus domicilios. La segunda máxima representante política de Cataluña obligó a Garriga a retirar la frase «ustedes son unos ladrones orgullosos de delinquir» al asegurar que era una «afirmación falsa e infundada».

Garriga, sin embargo, no se amilanó. Su argumento se centraba en la «histórica actitud malversadora de los fondos públicos del Govern de la Generalitat». Decenas de casos lo demuestran, como ha hecho recientemente el Tribunal de Cuentas y el Tribunal Supremo en sus sentencias contra los líderes del procés, e incluso la corrupción del anterior partido a JxCat, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), con varios extesoreros inmersos en causas y la condena en firme de la formación política.

En las condenas del Supremo se repite reiteradamente el delito de malversación, pero el Gobierno de Pedro Sánchez les ha concedido el indulto. Además, el Alto Tribunal ha imputado a la propia Borràs por sus presuntas irregularidades en al menos 18 contratos públicos. No son delitos de andar por casa, aunque sí conocidos en la históricamente corrupta política catalana, como falsedad documental, fraude, prevaricación y malversación de caudales públicos.

EL GOBIERNO DE SÁNCHEZ PARALIZA LOS EMBARGOS DE BIENES A LOS LÍDERES SEPARATISTAS

Aún con este póker de corrupción, Borràs no tiene la dignidad suficiente para abandonar el cargo. Por muchísimo menos -un asunto ajeno a la política-, Jordi Cañas, la mano derecha de Albert Rivera durante su etapa de Ciudadanos, tuvo que dimitir por la presión política. La diferencia, es que Cañas obtuvo la absolución, pero su carrera política en Cataluña se dio por terminada, al menos hasta ahora.

Es la doble vara de medir de socialistas e independentistas es significativamente notable cuando Vox toma la palabra. La presunción de inocencia no existe cuando se trata de ningunear a esta formación, pero sí la mantienen para cualquiera que pertenezca a su ideología, sin importar los delitos que se les imputan. Muestra de ello es el caso de los Pujol o Banca Catalana.

Un ejemplo reciente de los delitos asociados a la corrupción es la sentencia del Tribunal de Cuentas contra los líderes del ‘procés’. La malversación ha tenido como consecuencia el más que posible embargo de los bienes de los líderes independentistas condenados por el Supremo y después indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, el Ejecutivo del PSOE y Podemos mantiene congelados los embargos de bienes a los líderes separatistas a la espera de conocer si les apoyarán para terminar la legislatura en 2023.