El juez de Instrucción número 28 de Madrid trasladará este viernes a los seis agentes que irrumpieron con un ariete en una fiesta ilegal en la calle Lagasca de la capital la acusación por un delito de allanamiento de morada de cara a la celebración del juicio por jurado popular.
La investigación penal se abrió a raíz de una querella del inquilino y después de que la Audiencia Provincial de Madrid ordenara investigar a los agentes por excederse en su intervención policial.
Los policías del operativo del pasado 21 de marzo en el barrio de Salamanca defendieron ante el juez que su intervención se realizó conforme derecho en defensa del descanso vecinal. Manifestaron entonces que estaban amparados por la ley al considerar que se estaba cometiendo un delito de desobediencia al negarse el inquilino y las personas que estaban celebrando la fiesta en el interior a identificarse.
Sin embargo, el abogado del inquilino, el letrado Juan Gonzalo Ospina, se mostró contrario a la postura de los agentes al manifestar que en el caso de que no se hubieran identificado se hubiera incurrido en una infracción administrativo y no en un delito flagrante tipo un intento de homicidio, en cuyo caso los agentes podrían haber actuado.
También en octubre, los días 13 y 18, están citados a declarar en el Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid doce agentes investigados por acceder el pasado 9 de marzo a la fuerza a una vivienda de Villaverde, según han confirmado fuentes jurídicas.
Los hechos se produjeron en el número 14 de la calle Pan y Toros, situada en Villaverde, después de que un vecino alertara de ruidos y de la presencia de un niño llorando, desplazándose al lugar una patrulla policial.
Los agentes entraron a la fuerza y sin orden judicial, dado que la Ley permite la entrada en un domicilio cuando se está produciendo un «flagrante delito». No obstante, el no identificarse supone una infracción administrativa y no un delito.