Ciudadanos ha abrazado el lenguaje de los independentistas al referirse a Cataluña como un «país». No se trata de un lapsus o una declaración de algunos de sus escasos diputados en el Parlament, sino de un texto, y por tanto revisado, en una moción para determinar las competencias de los Mossos d’Esquadra en materia de seguridad pública.
El texto, presentado en el Parlament, exige que los Mossos d’Esquadra actúen como la «policía integral de nuestro país» para garantizar la seguridad pública en Cataluña. La moción se ha realizado de cara a la manifestación de los agentes de este y otros cuerpos de seguridad de Cataluña, como policías locales, por el hartazgo de las órdenes políticas de la Consejería de Interior, dirigida por el exsocialista y ahora miembro de ERC, Joan Ignasi Elena.
En el primer punto de la moción se lee que la Generalitat «ejercerá las competencias en seguridad reconocidas por el Estatuto de Cataluña y reflejadas en la ley de la Policía de la Generalitat». Hasta aquí, casi una calca de la propia ley catalana. No obstante, el texto prosigue: «Dispone de la Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra como policía integral de nuestro país para garantizar el mantenimiento de la seguridad pública». Un patinazo en toda regla de quien ha defendido la despolitización de la policía catalana.
CARRIZOSA Y GARRIGA, ENFRENTADOS
El uso de este lenguaje muestra la nueva deriva de Ciudadanos. «Marcaremos perfil propio«, aseguró Carlos Carrizosa, líder de la formación ‘naranja’ en Cataluña. No es el único asunto espinoso que le ha pasado a Cs en los últimos días.
El pasado 12 de octubre, los de Carrizosa dejaron aislados a la cabecera de la manifestación organizada por Cataluña Suma. El nuevo fracaso del constitucionalismo, inmovilizado y desactivado completamente por fuerzas afines al socialismo, tan sólo congregó a poco más de 3.000 personas y la notable ausencia de los líderes nacionales de todas las formaciones, incluyendo el de Vox. Santiago Abascal, que no se había perdido prácticamente ninguna movilización en Cataluña decidió no aparecer en la foto. En su lugar, Vox montó una feria en Madrid, a la que acudieron todos los líderes. Ignacio Garriga estuvo tanto en la fiesta de la capital como en Barcelona. Ningún peso pesado de Génova hizo tampoco acto de presencia, como tampoco del PSC o de Ferraz, ni a título personal.
Tan sólo aparecieron los portavoces de Vox, Juan Garriga y Antonio Gallego. El líder del PPC, Alejandro Fernández, tampoco se le vio. En su lugar se envió al secretario general, Santi Rodríguez, y el líder en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou.
LOS NARANJAS SE BAJARON DE LA CABECERA DEL 12-0 EN EL ÚLTIMO MOMENTO
Ciudadanos, no obstante, sí acudió a la cita. A última hora del 11 de octubre se desmarcó de la cabecera por primera vez en años. En esta ocasión tampoco acudió Inés Arrimadas. La decisión de los ‘naranjas’ fue un ‘shock’ para el constitucionalismo en Cataluña. Siempre habían mostrado su orgullo de «ser también españoles«. Aunque el texto de la moción acoge un lenguaje nacionalista catalán, más que de un partido que ha actuado hasta ahora en defensa de la unidad de España y un muro de contención contra el independentismo.
Sin embargo, a los naranjas les ha pasado factura su acercamiento al PSOE de Pedro Sánchez, quien busca alianzas con ERC y JxCat para sacar adelante sus Presupuestos. Ni con estas, Arrimadas se ha dado por enterada de que sus votantes rechazan ampliamente esto pactos.
Para Ciudadanos, el 12-O transcurrió con su «presencia» y manteniendo sus propios actos. Entre ellos, colocó una carpa en Plaza Cataluña, donde sonríen los seis diputados del Parlament. La formación se «suma a las convocatorias de la sociedad civil«, han afirmado fuentes del partido. Cs estuvo «junto a entidades constitucionalistas y ciudadanos de a pie celebrando el 12-O en Barcelona, sin encabezar la marcha».
LAS OTRAS POLÉMICAS DE CIUDADANOS EN EL PARLAMENT
El lema de esta pancarta era claro: «Juntos por lo que nos une: España y la hispanidad». Según ha podido saber este medio, Carrizosa ha esquivado cualquier foto con Garriga. «No se pueden ni ver», han puntualizado.
Los de Vox tienen claro que Ciudadanos resta al constitucionalismo, pero su ideología conservadora favorece más al PSC que a ellos mismos. De hecho, la mayor parte de este electorado se decantó por la abstención, pero quienes votaron hicieron que el PSC ganara las elecciones el pasado 14-F. Este juego se volverá a repetir, si no cambian las cosas, en las próximas elecciones municipales. Los socialistas tratarán de repintar de rojo el cinturón de Barcelona para entonces.
Durante esta marcha del 12-O hubo otra encendida polémica. Los organizadores eliminaron la ofrenda a la Virgen del Pilar que había preparado Politeia, otra de las asociaciones que se dio de baja en la organización. En su lugar, se colocó una de las estatuas que tenía Javier Megino, presidente de Cataluña Suma e íntimo de Bou.
EL ÁLAMO, SIN DEFENSA DE CIUDADANOS
Otro de los movimientos que más polvareda han levantado en Ciudadanos ha sido su escasa defensa de la Jefatura Superior de la Policía Nacional, situada en Vía Laietana. Este emblemático inmueble se ha convertido en un símbolo para el constitucionalismo en Cataluña. Fue el principal objetivo de las hordas extremistas en la semana del 14 de octubre de 2019, cuando se conoció la sentencia del ‘procés’.
Algunos agentes han perdido su condición como miembros de la Policía Nacional a causa de las heridas. En su jubilación anticipada no acudieron los partidos políticos, pese a ser un momento emotivo para quienes se dejaron la piel en Cataluña por defender el Estado de Derecho.
La CUP, ERC y JxCAT, junto con el beneplácito del PSC y los ‘comuns’, quienes eliminar este edificio simbólico y convertirlo en un museo antifranquista. En un intento de volver a defender que esta comisaria continúe en Vía Laietana, Vox propuso el apoyo a los agentes policiales y a este símbolo, llamado también ‘El Álamo’. Tan sólo el PPC dio su voto afirmativo al texto de Vox. Ciudadanos, por su parte, se abstuvo. Una decisión tan criticada que la dirección nacional tuvo que salir en defensa de la Comisaría desde el Congreso.