El PSOE se rompe por la inacción de Sánchez ante el insoportable precio del carburante

A 1,60 euros el litro de gasolina. Este es el resumen que con una sola cifra lo dice todo. El IPC disparado, la luz por las nubes y el Gobierno aún no ha querido pronunciarse al respecto. Los transportistas, en boca de la patronal del transporte por carretera, Fenadismer, han pedido al Ejecutivo que rebaje los impuestos al carburante, que ronda el 50%. Sin embargo, y pese a que las más afectadas por esta insoportable subida de precios son las clases medias y trabajadoras, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni la vicepresidenta Yolanda Díaz han querido pronunciar una sola palabra al respecto. Mientras que Portugal y Francia han tocado los impuestos para contener el alza del precio del carburante (por no hablar de que el país galo ha dado un bono de 100 euros en carburante a los franceses para compensarles), Sánchez guarda silencio porque entiende que este coste del litro del carburante tan alto empuja a los españoles a abrazar su política eco. Pero esto es solo un bando, ya que cada vez hay más dirigentes en el PSOE que se han rebelado contra la inacción del Gobierno y piden intervenir los impuestos al carburante.

No se puede llamar guerra interna, pero sí que hay voces que se están alzando cada vez más en el partido. Piden que se haga lo mismo que se ha hecho con la electricidad y lo mismo que han hecho los países vecinos: rebajar el bestial 54% que grava la gasolina para contener el precio del litro que ya es raro ver por debajo de 1,55 euros. El problema es que hay socialistas como el propio Pedro Sánchez que entienden que el elevado precio del carburante empujará a los españoles a abrazar su política eco, sus ayudas como el Plan MOVES III (para adquirir un coche eléctrico nuevo a cambio de desguazar el viejo) y a cumplir los objetivos impuestos desde la UE en materia de electrificación del parque móvil. Aún así, lo cierto es que el elevadísimo precio del carburante está encareciendo todos los productos. El transporte se ve afectado, el traslado al trabajo se ve afectado y todo lo que requiera usar ruedas se ve afectado. Así pues, las voces en el PSOE no van al unísono, sino que hay quien ya se ha alzado exigiendo a Sánchez medidas concretas para contener la subida imparable.

hay quien en Podemos aún tiene los pies en la tierra y entiende que las clases trabajadoras necesitan el coche para poder trabajar

En Unidas Podemos el debate es similar, pero menos encarnizado. Por un lado, están los ecologistas que ven encantados como la gente se piensa dos veces si arrancar el coche porque les va a costar un ojo de la cara. Sin embargo, hay quien en Podemos aún tiene los pies en la tierra y entiende que las clases trabajadoras necesitan el coche para poder trabajar, que el elevado coste de los carburantes empuja a los precios de todos los productos al alza (dado que requieren transporte) y que la vida de los que menos tienen se ve afectada porque la gasolina y el diésel están por las nubes. Todo esto ha hecho que haya dirigentes en la formación morada que no vean con malos ojos que Sánchez haga lo mismo que han hecho países vecinos como Francia o Portugal. Ya se han manifestado contrarios a imponer los peajes en todas las carreteras (al menos si afectan a los que tienen menos dinero) y ahora parece que harán lo propio con el coste del carburante.

Pero el presidente del Gobierno no ha lanzado ni un solo mensaje en referencia al coste del carburante. La luz sí le preocupa y se han puesto manos a la obra, pero la gasolina y el diésel parece ser de ricos a ojos del presidente del Gobierno y de todo su equipo. Ellos mismos manifiestan que no es del todo malo que la gente tenga una motivación extra para comprarse un coche eléctrico. Pero entienden que esta no es la única consecuencia directa del insoportable precio del carburante, sino que todo va mucho más lejos.

Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El sector del taxi, el VTC, el transporte en general, el traslado de particulares, los viajes, las propias vacaciones… todo se ve afectado por el elevado coste del combustible pero parece que al Gobierno no le preocupa. No al menos para lanzar una declaración sin rencillas internas. El ecologismo ha salido caro a los españoles y amenaza con salirle aún más caro. Las franjas horarias con el precio de la luz es un ejemplo de ello, pero hay muchos más. Los socialistas no tienen intención de abordar este problema, tal y como detallan las fuentes, al menos hasta que se contenga el precio de la luz. Al final, el problema proviene exactamente del mismo punto de partida. Los países exportadores de petróleo y los exportadores de gas condicionan el alza de precios hasta tal punto que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha viajado este miércoles a Argelia para asegurar el suministro de gas. Sea como sea, no parece que el Gobierno tenga demasiadas ideas para abordar el problema.

En su lugar, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere recurrir a Europa. Quiere que sea Bruselas quien consiga mediar para controlar el precio de estos suministros. Lo cierto es que han solicitado algunos cambios para tener margen de maniobra con el precio de la luz a la UE, pero los han rechazado. Parece difícil encontrar una solución, pero es evidente que para el presidente del Ejecutivo no es una prioridad bajar ese 1,60 que vemos con asiduidad en los letreros de las gasolineras. Entretanto, mejor coger el transporte público si no queremos que el bolsillo se rompa de tanto rascarlo.