WWF insta a los gobiernos a complementar los compromisos de uso de la tierra y los bosques que se han anunciado en la Cumbre sobre el cambio climático de Naciones Unidas (COP26) con objetivos «ambiciosos», plazos «claros» y un marco que garantice el seguimiento y la verificación de los objetivos.
Más de 100 líderes mundiales han reafirmado en la COP26 el compromiso de frenar la pérdida de bosques y la degradación de la tierra en 2030 a través de la ‘Declaración de los líderes de Glasgow sobre bosques y uso del suelo’, presentada este martes en la XXVI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU que se celebra en la ciudad escocesa de Glasgow hasta el 12 de noviembre.
La Declaración se compromete a detener y revertir la degradación de la tierra y pérdida de bosques mediante un desarrollo sostenible y una transformación rural inclusiva, para lo que los firmantes han prometido destinar 12.000 millones de dólares a proteger y restaurar bosques y 7.200 millones de dólares en inversiones privadas.
WWF ha aplaudido esta Declaración, pero pide a los gobiernos que diseñen mecanismos de inclusión que garanticen que los pueblos indígenas y las comunidades locales, más concretamente mujeres y jóvenes, participen en procesos de revisión de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y en propuestas de estos colectivos que se incorporen en políticas públicas y afecten a sus territorios o medios de vida.
Asimismo, insiste en la protección de los bosques, especialmente los paisajes forestales sin fragmentar y los ecosistemas no forestales asociados, porque asegura que solo en los trópicos, estas zonas almacenan cerca del 40 por ciento del carbono sobre el suelo de los bosques, y también solicita que las reformas de las políticas agrícolas se combinen con la transformación del sistema alimentario.
El líder global de Bosques de WWF, Fran Price, afirma que los bosques son «fundamentales» para el bienestar humano, económico y social, y asegura que «el compromiso de más de 100 líderes mundiales de detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para 2030 es bienvenido porque reconoce la importancia de los bosques y otros ecosistemas naturales».
«Ahora urge implantar de esos compromisos y políticas para abordar los principales factores impulsores de la deforestación y la degradación forestal, incluso las actividades agrícolas y extractivas insostenibles, la tenencia de la tierra y la gobernanza y los flujos financieros», y exige la inclusión de políticas «más concretas», tanto en países importadores como en países productores, e igualmente, pide «más financiación para la conservación de los bosques y la participación activa de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la toma de decisiones y el desarrollo de políticas».