El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Héctor Gómez, interpreta como una «agresión» y una «irresponsabilidad absoluta», la presencia del líder del PP, Pablo Casado, en una misa en la que se rezó por Franco y le ha emplazado a explicar si «avala la dictadura» y si estuvo allí por «casualidad» o por «oportunidad».
«Es muy necesaria una aclaración de qué motivo su presencia. Merece una justificación», ha comentado Gómez en una rueda de prensa en la Cámara Baja. «¿Qué pretende, qué persigue, qué mensaje quiere enviar a la ciudadanía?», le ha preguntado.
Tras referirse a Vox, aunque sin citarlo expresamente, y a su «puesta en valor» de la «gestión» del régimen franquista, Gómez ha retado a Casado a aclarar públicamente qué piensa sobre la dictadura y si la avala.
¿ES UNA ESTRATEGIA FRENTE A AYUSO?
Es este punto, le ha preguntado directamente si acudió a esa misa en la Catedral del Granada el día del aniversario de la muerte de Franco para «contrarrestar determinadas olas de opinión pública en relación a conflictos internos de su organización». «Debe aclarar si es una estrategia política o de marketing», ha incidido.
Tras esa velada alusión al enfrentamiento de la dirección del PP con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, Gómez se ha referido expresamente a ese asunto a instancias de la prensa, para indicar que, a su juicio, está «condicionando la actuación» de Casado.
Según ha dicho, al PSOE le «preocupa» que el principal partido de la oposición no esté centrado en los temas que preocupan a la gente. En su opinión, Casado está en una «nueva deriva» en la que utiliza el «insulto» y la «descalificación» durante unas intervenciones «sin argumentos» ni «peso político».
ESTÁ FUERA DE LA REALIDAD
«Nos lleva a pensar que se encuentra fuera de la realidad de nuestro país y eso nos preocupa», ha afirmado el portavoz socialista, denunciando que «siempre que se encuentra contra las cuerdas» Casado recurre a «ETA y a Venezuela».
«Le pedimos mesura, sentido de Estado, compromiso y seriedad y que deje a un lado esas actitudes irresponsables recurrentes de atender a cuestiones que no interesan ni afectan al día a día de la ciudadanía», ha enfatizado, subrayando que el PSOE nunca ha utilizado la política exterior ni la antiterrorista como «arma arrojadiza».