El Congreso celebrará este lunes el cuadragésimo tercer aniversario de la Constitución de 1978 y lo hará de nuevo en la conocida como Puerta de los Leones. Eso sí, pese a sacar esta ceremonia a la calle por segundo año consecutivo por la pandemia del Covid, los ciudadanos tampoco podrán acercarse a aplaudir o abuchear a los políticos debido al amplio cordón policial que se establecerá para garantizar el normal desarrollo de esta ceremonia.
Habitualmente el acto institucional que el Congreso acoge cada 6 de diciembre con motivo del Día de la Constitución tiene lugar en el Salón de Pasos Perdidos, donde cada año suelen darse cita en torno a 700 invitados entre miembros del Gobierno, las más altas autoridades del Estado, así como diputados y senadores.
Sin embargo, las restricciones del aforo que ha traído consigo el Covid provocó que el año pasado, por primera vez, esta tradicional ceremonia se trasladase al exterior del Congreso para garantizar así la asistencia de los invitados –acudieron en torno a 200–.
Este año, con el grueso de la población vacunada aunque en plena sexta ola de la pandemia, se ha decidido volver a celebrar al aire libre el acto, al que se espera, eso sí, que acuda más representación que el año pasado, según confirmaron fuentes parlamentarias.
SÓLO EL DISCURSO DE BATET
El acto arrancará a las doce del mediodía, cuando la presidenta, Meritxell Batet, pronuncie su tradicional discurso en la escalinata de la Puerta de los Leones, acompañada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los presidentes del Tribunal Constitucional, Pedro José González-Trevijano, y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. Estaba prevista también la presencia del presidente del Senado, Ánder Gil, pero este jueves dio positivo en coronavirus y suspendió su agenda pública.
En la misma escalinata y a ambos lados de los leones se situarán también los miembros de las Mesas del Congreso y el Senado y los portavoces de los grupos parlamentarios de ambas Cámaras, así como los ministros.
Al acto están invitados además representantes de instituciones como el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía General del Estado y el Consejo de Estado, los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
En la lista también figuran, como suele ser habitual, el presidente del primer partido de la oposición, Pablo Casado, así como diputados y senadores, expresidentes del Gobierno y de las Cámaras, ponentes constitucionales y una representación de los agentes sociales y de la sociedad civil.
Pese a haber sido invitados, Esquerra Republicana (ERC), el PNV y EH-Bildu, habituales socios parlamentarios del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, no asistirán tampoco este año a la recepción oficial, y tampoco lo harán Junts, el PDeCaT, la CUP, Compromís o el Bloque Nacionalista Galego (BNG), confirmaron en fuentes de estos partidos.
En los últimos años, ERC, PNV, Bildu y Junts han sido baja en este homenaje, pero ya en 2019 se sumaron al ‘plante’ la CUP, que se estrenó en el Congreso tras las últimas elecciones generales, y el BNG, que regresó a la Cámara Baja tras varios años sin representación.
En el pasado tanto la antigua Convergència como el PNV llegaron a enviar algún tipo de representación institucional a esta ceremonia, singularmente en las legislaturas en las tuvieron algún puesto en las Mesas del Congreso o del Senado.
Los que no faltarán previsiblemente a esta cita serán representantes de los grupos del PSOE, PP, Vox, Ciudadanos y Unidas Podemos, y también se prevé la presencia de varios representantes del Grupo Mixto, del que, aparte de la CUP, también forman parte Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, el Partido Regionalista Cántabro, Nueva Canarias, Foro Asturias y Teruel Existe. También acudirá Inés Sabanés en representación de Más País-Equo.
CON LOS PRESUPUESTOS EN EL SENADO
El acto de este año en el Congreso tendrá lugar en plena tramitación de los Presupuestos Generales para 2022 en el Senado, donde todo apunta a que el Gobierno cosechará de nuevo los apoyos de los partidos que precisamente mantienen su boicot a esta ceremonia institucional con motivo del cuadragésimo tercer aniversario de la Constitución de 1978.
Y sólo dos días después de que el Congreso haya vuelto a abrir sus puertas para que los ciudadanos visitasen sus instalaciones, con las correspondientes restricciones sanitarias. En 2020, esta actividad se suspendió con motivo de la evolución de la segunda ola del Covid.