Sánchez pone a gestionar el uranio en una empresa pública a un activista LGTBI

La cúpula directiva de las empresas públicas dependientes del Gobierno de España son un lugar fantástico para colocar a afines de altos cargos políticos. Este es el caso de ENUSA, una empresa estatal dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de varios ministerios del Gobierno de España encargada de gestionar el uranio a nivel nacional. Al frente de esta importante empresa nuclear estaba hasta hace tan solo unos días José Vicente Berlanga, un político íntimo amigo del exministro José Luis Ábalos que le colocó en este fantástico puesto. Sin embargo, la marcha de Ábalos del ministerio hizo que todos aquellos nombramientos del extitular de Transportes pendieran de un hilo ya que Pedro Sánchez empezó a depurar a todos los afines del exsecretario de Organización del PSOE. Tal cometido ha llegado hasta ENUSA con el cese como presidente de José Vicente Berlanga que ha dejado la dirección de la empresa para ser sucedido por Mariano Montero, un activista LGTBI republicano y socialista de toda la vida que no tiene experiencia en el sector energético. Este nombramiento a dedo ha causado malestar entre los trabajadores de la empresa tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com consultando a diversas fuentes de ENUSA.

Este nombramiento A DEDO ha causado malestar entre los trabajadores

La presidencia de ENUSA cambió nada más aterrizar Pedro Sánchez en La Moncloa. Tras más de dos décadas al frente de la empresa, el ingeniero que ocupaba la dirección de ENUSA tuvo que marcharse por orden de Ferraz que colocó en el cargo a un íntimo amigo de José Luis Ábalos. Su nombre es José Vicente Berlanga y conoció al exministro de Transportes en las Cortes Valencianas. Ambos mantienen una excelente relación personal y este fue el detonante para que Ábalos le colocará al frente de esta compañía estatal a pesar de no tener experiencia previa en el sector y tener una probada formación académica en letras. Berlanga es el claro ejemplo de puertas giratorias en una compañía pública y esto hizo que su llegada a la empresa no fuera bien acogida por los trabajadores. No obstante, no tuvieron más remedio que acatar este nombramiento político.

Pero llegó la remodelación de Gobierno y Pedro Sánchez decidió prescindir de José Luis Ábalos en su Ejecutivo. Según relatan fuentes socialistas, Ábalos fue apartado del Ejecutivo ya que el propio presidente del Gobierno pretendía descabezar a todo aquel político que aglutinara poder dentro del partido y este era el caso de Ábalos que como secretario de Organización había aglutinado un poder bajo su persona que opacaba al propio Sánchez. A todo ello se suma su polémica presunta doble vida que flaco favor hacía a la reputación del Gobierno socialista. De este modo, Pedro Sánchez decidió despojar a Ábalos de su cartera ministerial provocando que todos aquellos altos cargos nombrados por el ministro se echaran a temblar. Ahora, Sánchez tiene el poder de destituir y colocar a sus afines y muchos de estos «abalistas» están en la cuerda floja. Tanto penden de un hilo que el propio presidente de ENUSA, José Vicente Berlanga ha perdido su puesto al frente de la empresa nacional del uranio. No obstante, algo le queda y es que Ábalos ha conseguido colocar al hijo de Berlanga como asesor dentro del Partido Socialista tal y como ha podido comprobar este medio.

La marcha de Berlanga ha puesto en marcha el aparato de Moncloa para colocar a otro de sus afines en este codiciado puesto. El agraciado ha sido el exgerente del PSOE, Mariano Moreno que lleva en el partido desde la década de los 90. Moreno es un viejo conocido socialista y su afinidad con la cúpula del partido le ha llevado a ocupar sendos cargos en el PSOE. Fuentes cercanas a Moreno aseguran que es íntimo amigo de Adriana Lastra a través de la cual ha accedido a Pedro Sánchez que ha pilotado para ponerle en la presidencia de ENUSA. De hecho, Mariano Moreno compartió un barco este verano con Lastra saltándose las medidas de contención del coronavirus ya que había limitación en el número de reunión de personas. Además, cabe destacar que Moreno se autodefine a sí mismo ecologista pero disfruta de este tipo de embarcaciones que tienen un motor capaz de contaminar el mar.

Si bien estas relaciones con la cúpula socialista le han catapultado hasta la presidencia de ENUSA, Mariano Moreno destaca por su activismo político. Según fuentes cercanas al socialista, Mariano es un ferviente defensor del colectivo LGTBI y se declara a sí mismo como republicano. Además, es un férreo defensor del feminismo algo que le ha causado ciertos enfrentamientos con el ala socialista más conservadora. Su llegada a la presidencia de ENUSA fue oficializada hace unos días por la SEPI tras semanas de rumores internos en la empresa y fuentes de ENUSA aseguran a MONCLOA.com que existe un descontento generalizado tras su nombramiento. Estas mismas fuentes atañen el descontento a que se trata de otro nombramiento a dedo por parte del Gobierno en vez de designar como presidente a alguno de los ingenieros y profesionales del sector que trabajan en la empresa desde hace años.

Y es que la presidencia de ENUSA se trata de un puesto muy codiciado ya que es uno de los cargos directivos mejor pagados de la Administración pública. Por su nueva labor, Mariano Moreno se embolsará la generosa cifra anual de 212.000 euros a la que hay que añadir dietas y un útil chófer para asistir a comidas de trabajo en restaurantes de lujo. Este sueldo duplica con creces la nómina del presidente del Gobierno y de todos los diputados que componen el hemiciclo. Bien hecho Mariano, bienvenido.