La Fiscalía de Ceuta solicitará entre dos y tres años de cárcel para cuatro varones y una mujer mayores de edad a los que imputa la comisión de presuntos delitos de desórdenes públicos, atentado, daños, amenazas y leve de lesiones por los altercados que el pasado 24 de mayo tuvieron lugar ante el Parador La Muralla de la ciudad autónoma al término de la concentración que reunió a medio millar de personas para repudiar la presencia en la localidad española norteafricana del presidente de Vox, Santiago Abascal.
Según la calificación del Ministerio Público, los acusados formaron parte del grupo que con el paso de las horas se fue mostrando cada vez más «hostil» hasta el punto de «saltar el cordón policial existente en la zona y arremeter violentamente contra los agentes de la Policía lanzando mobiliario urbano contra vehículos policiales y el Parador».
«Sin actuar de común acuerdo de forma individual, pero amparados en los disturbios ocasionados por el grupo, desplegaron una conducta violenta sobre los agentes quebrantando el principio de autoridad de los mismos, así como contra sus vehículos y el mobiliario urbano, de forma que con su actuación contribuyeron a alterar la paz y tranquilidad pública», considera la Fiscalía.
La acusación pública atribuye a los cinco, dos de ellos con antecedentes penales, la autoría de un supuesto delito de desórdenes públicos por el que pide dos años de prisión para cada uno e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por el mismo tiempo.
Para cuatro reclama otros doce meses de cárcel añadidos. En un caso, por arrojar «un madero de jardinería de grandes dimensiones» y otros objetos «contundentes» contra agentes y el propio jefe superior de la Policía Nacional en Ceuta; en otro por dar patadas a un coche patrulla y en un tercero por «lanzar una silla al interior del aparcamiento del Parador a sabiendas de que en el interior estaba la fuerza policial tratando de disolver los disturbios».
Además de esos tres supuestos delitos de atentado, a otro investigado le imputa uno de amenazas con idéntica solicitud de condena por dirigirse a un militante de Vox con la frase ‘cabrón, quédate con mi cara, te voy a matar, gordo asqueroso’.
Tanto la Delegación del Gobierno, primero, como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), después, habían prohibido a Abascal por «riesgos para la seguridad de las personas y los bienes» celebrar el mitin que había convocado el 24 de mayo en Ceuta pocos días después de su primera visita a la ciudad tras la crisis migratoria acontecida entre el 17 y el 19 con la entrada irregular de unos 12.000 ciudadanos marroquíes.
El acto de Vox –convocado para «poner a las ciudades autónomas y sus fronteras en el centro de la agenda política, especialmente tras la invasión sufrida por Ceuta y promovida por el país vecino»— había sido contestado con varias convocatorias de contramanifestaciones por redes sociales ‘contra tanto facha’ que culminaron en la concentración de alrededor de medio millar de personas en la Plaza de África, donde Abascal no abortó hasta el último momento la logística de preparación de su escenario.