Juan Lobato es un hombre de sueños cumplidos. Al menos en el plano político. Con tan solo 18 años ya concurrió en las elecciones de su pueblo, Soto del Real, del que llegó a ser alcalde con apenas 30 años. Tras la experiencia municipal, llegó a la Asamblea de Madrid donde es portavoz del grupo socialista tras obtener la secretaría general del partido gracias al apoyo masivo de la militancia hace tan solo unos meses. Quién sigue la consigue y Lobato es ejemplo de ello ya que tras concurrir en dos primarias se ha hecho con el liderazgo de un partido en plena renovación.
Un nueva dirección ha llegado al PSOE-M. Pilotados por Juan Lobato, la nueva cúpula de los socialistas madrileños está formada por perfiles jóvenes, políticos y profesionales que tienen el reto de rearmar un partido abatido en las urnas. Con ilusión, en sus manos está la de dar un nuevo rumbo al PSOE en la Comunidad de Madrid.
Hasta las próximas elecciones, el grupo socialista ocupa el lugar de la oposición en la Asamblea de Madrid. Aunque Lobato reconoce que personalmente «no le gusta nada el clima» en el Parlamento madrileño, está dispuesto a realizar una «oposición con contundencia constructiva» aunque demanda una mayor interlocución con el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Sobre si le gustaría ser presidente autonómico, Juan Lobato reconoce que «sería un honor y un orgullo» ostentar este cargo al que «todo aquel que se dedica a política en Madrid le gustaría».
Sobre su relación con Ferraz, Juan Lobato se muestra a favor de que el partido en clave autonómica tenga independencia respecto al PSOE nacional. «El PSOE es un partido federal», explica el secretario general del PSOE-M a la vez que asegura que mantiene una relación cercana con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.