El juez Escalonilla, humillado tras quedar archivadas casi todas las causas contra Podemos que él mismo abrió

El magistrado Juan José Escalonilla ha quedado en evidencia, humillado y solo en su lucha contra Podemos y el ‘caso Neurona’. Escalonilla es el juez que aceptó la denuncia de José Manuel Calvente, el antiguo abogado de Unidas Podemos, que dio lugar al conocido como ‘caso Neurona’. El letrado, resentido con la formación morada por su despido improcedente, trasladó al juez Escalonilla toda una batería de supuestas irregularidades que su expartido habría cometido. Tras estas revelaciones, el juez decidió abrir hasta siete líneas de investigación, que el Ministerio Fiscal ha ido desmontando una a una. Así, la Fiscalía deja en evidencia a Escalonilla archivando seis de las causas, aunque este no se rinde y está intentado alargar el caso desesperadamente con una segunda prórroga.

Juan José Escalonilla dio alas a las acusación del exabogado resentido de Unidas Podemos y comenzó la batalla contra el partido liderado actualmente por Ione Belarra. Sin embargo, poco a poco se fue transformando una guerra entre el juez y Podemos, convirtiendo la denuncia en una macrocausa. Hizo de la venganza de un exempleado un caso personal, al principio con muchos apoyo, pero a medida que el Ministerio Fiscal ha ido tumbando todas las líneas de investigación y causas abiertas, Escalonilla se ido quedado más solo hasta convertirse en ‘el llanero solitario’ del caso Neurona. Ahora, tras ver que ha quedado en evidencia, humillado y afeado por la Fiscalía, está intentando respalda su posición contra Podemos y ha decidido prorrogar la investigación seis meses más, para seguir rascando e intentar encontrar algo desesperadamente, lo que sea, que le permita imputar a la formación morada.

La investigación se centraba en un contrato que Podemos tramitó con una consultora mexicana, Neurona, para las elecciones generales de abril del año 2019. El juez tenía la teoría de que los trabajos que fueron contratados nunca fueron ejecutados, aunque tras diversas pruebas ha quedado demostrado que los trabajos pactados si se llevaron a cabo. Tras ello, Escalonilla encargo un proceso pericial para valorar los trabajos realizados y compararlos con el dinero abonado, a pesar de que desde el Ministerio Fiscal trasladaron que no eran necesarias dichas pruebas. Otras líneas de investigación contra Podemos eran sobre una supuesta ‘caja B’, aunque al Ministerio público no le consta que existan indicios sobre esta cuestión. Y es que, como afirmó la Fiscalía, la mayoría de las sospechas y acusaciones contra la formación están basadas en rumores y sospechas de un abogado resentido, Calvente.

Podemos denunció que se abrieran nuevas línas de investigación sin aportar ni un indicio objetivo

Pero, el problema es que a estos rumores se les dio alas y se inició una investigación basada en las sospechas, en la que se ha intentado rascar para encontrar cuestiones incriminatorias. Algo que desde Unidas Podemos han criticado en repetidas ocasiones ya que considera que el magistrado está llevando a cabo una investigación prospectiva. Desde la formación denunciaron que no existían indicios racionales para llevar a cabo las indagaciones. En esta misma línea se pronunció la Fiscalía Provincial de Madrid, que reprochó a las acusaciones del denominado ‘caso Neurona’ que intentaran abrir nuevas líneas de investigación «sin aportar un indicio objetivo». Además, insistieron en que el objeto del procedimiento no era una auditoría de todas las acciones llevadas a cabo por Podemos, la consultora o los investigados, sino únicamente el contrato de 363.000 firmado para la campaña de las elecciones de abril de 2019.

Después de que Podemos seis de las siete batallas, Escalonilla ha lanzado su última bala para intentar conseguir lo que quiere, poder acusar de algo, lo que sea, a Podemos. Así, ha decidido prorrogar la investigación seis meses, a pesar de que el Ministerio Fiscal ha insistido en que han quedado acreditados todos los trabajos realizados por la consultora Neurona. Ante esta actuación la formación morada, liderada por Belarra, ha decidido contraatacar su presentar dos informes periciales para tratar de acreditar los trabajos contratados con la consultora y que el juez Escalonilla mantiene bajo sospecha. Esta es la última oportunidad que tiene el magistrado para intentar encontrar algo y el grupo de Belarra lo sabe, por ello, con estos la presentación de dichos documentos ponen en el punto de mira la decisión de prórroga del juez. Además, Podemos trasladó su oposición a que se alargara el procedimiento, ya que consideran que se han llevado a cabo diligencias suficientes para esclarecer los hechos.

Así, tras una muy larga investigación que ha intentado desde distintos puntos encontrar hechos incriminatorios contra Unidas Podemos, parece que todo quedará en papel mojado. Hasta el momento seis de las siete líneas de investigación ya han sido archivadas, solo queda una, aunque probablemente quedará, la igual que el resto, en nada. Esto supondría otro mazazo para el juez que tras muchos tiempo detrás de la formación tendrá que asumir que ha sido en balde, que ha perdido todas las batallas y, finalmente, la guerra.