Yolanda Díaz huye del «feminismo» que promueve Irene Montero

La Igualdad que promueve Irene Montero no gusta, ni a los españoles ni a Yolanda Díaz. La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social lleva meses protagonizando el divorcio con Unidas Podemos. Todo lo que tenga que ver con el color morado le da alergia. Por ello, trata de alejar su perfil todo lo posible de dicho color y de sus siglas. Pero, cuando se habla de Igualdad y de Irene Montero huye a toda prisa. Y no es para menos. La ministra de Igualdad promueve un feminismo que no gusta ni convence a nadie. Y mucho menos a Díaz, que no apuesta por el «todos, todas y todes», ella apuesta por lo hechos en vez de por las palabras. Así, la ministra no ha acudido a la manifestación del 8M con motivo del Día Internacional de la Mujer que tiene lugar en toda España y, en particular, en Madrid a la que han asistido las política de su partido. Sin embargo, ella tenía la excusa perfecta para huir del feminismo de Montero, el cumpleaños de su hija.

El feminismo que promueve Irene Montero convence poco o nada a la población y mucho menos a los políticos que no sean sus amigos, a los que coloca a dedo en su departamento. Y es que, la titular de Igualdad quiere defender los derechos de las mujeres a golpe de campaña publicitaria o con palabras. Sin embargo, Yolanda Díaz es más de acción, ella apuesta por lo hechos. La ministra de Trabajo entiende el feminismo de una forma muy distinta a la que lo hace Montero. Díaz pone en marcha medidas que sirvan para proteger y ayudar a la mujeres, iniciativas que efectivas en las que trabajan desde su departamento y que sirve para mejorar los derechos de las mujeres en materia de trabajo.

irene montero

Así, para Yolanda «no hay nada más feminista» que subir el salario mínimo interprofesional (SMI), las pensiones y derogar los marcos laborales que permiten los trabajos precarios. Y es que, según explicó estas cuestiones son las que más afectan al género femenino. En este sentido, Díaz ha conseguido elevar el SMI hasta situarlo en 1.000 euros, es decir, 35 euros por encima de la cantidad en la que se encontraba hasta ahora, cuya cifra se situaba en 965 euros al mes. La titular de trabajo explicó que la medida repercutiría en un mayor bienestar de los trabajadores, en especial de los más jóvenes y de las mujeres. Además, sacó adelante una ley sobre la igualdad retributiva entre hombres y mujeres y sobre la que asegura que permite la corrección de la discriminación salarial en las empresas. Una desigualdad que calificó de «aberración democrática», ya que vulnera derechos fundamentales de la mitad de la población.

Unas medidas que han permitido avanzar en igualdad en el trabajo, con medidas que apuestan por los derechos de las mujeres, su protección e igualdad. Una medidas que distan mucho del feminismo que Irene Montero promueve desde su departamento. El ministerio que dirige Montero es el de «todos, todas y todes», en el que se contrata a personas por su «integridad» y por ser «buenas personas». Unas posturas que no casan nada bien con lo que quiere Yolanda. Por eso, este 8 de marzo la ministra no estará en la manifestación con motivo del Día Internacional de la Mujer. No acompañará a Montero y al resto de políticas de Unidas Podemos en el recorrido. Y, encima tiene la excusa perfecta para no asistir, ya que es el cumpleaños de su hija, y eso es algo «sagrado» la ministra.

para díaz «no hay nada más feminista» que subir el SMI, las pensiones y derogar los marcos laborales que permiten trabajos precarios

Además, de la celebración de cumpleaños y que el feminismo de Montero no casa con el suyo, a ello se suma que a Yolanda Díaz le espanta el color morado. La dirigente gallega ha empezado pronto a escenificar su divorcio con la formación morada. No quiere que nadie la asocie a Podemos ni su perfil al color morado en ningún escenario. La ministra de Trabajo no quiere que se asocie su imagen a Irene Montero, Alberto Garzón o cualquier «vieja gloria» de Unidas Podemos y lo ha demostrado en incontables ocasiones. Las últimas han sido apoyando las posturas de Pedro Sánchez en la invasión de Ucrania mientras la formación morada se ha dedicado a criticarlas como con el envío de armas. Aunque esta no ha sido la única ocasión.

Durante la campaña electoral de Castilla y León, Díaz demostró claramente que su desvinculación con Unidas Podemos, con sus siglas y con su color: el morado. En un principio, el covid-19 le vino como agua de mayo de Yolanda Díaz y se convirtió en su «excusa» perfecta para alejarse de todo lo relacionado con los comicios Castilla y León. Así, tras dar positivo, la ministra anunció que anulaba toda su agenda y que trabajaría desde casa, la disculpa perfecta para no tener que pisar la región castellanoleonesa y hacer campaña por el candidato de Podemos. Finalmente, se vio obligada a reservar un hueco en su agenda para hacer acto de presencia en la campaña, pero sin «mojarse» demasiado, ya que se trataba de un pequeño evento en un municipio de Valladolid, Castronuño, que cuenta con una población de 860 habitantes.  Donde no estuvo es en el acto de cierre de campaña electoral que organizó Unidas Podemos días antes de la llamada a las urnas. Yolanda en esta ocasión dejó plantada a la formación morada para irse de fiesta a los Premios Goya.

Ya sea por un cumpleaños, por dar positivo en coronavirus, o porque no quiere acercarse a Unidas Podemos, lo que está claro es que Yolanda tiene ya poco que ver con la formación morada. Y mucho menos con un feminismo que no convence ni a asociaciones, ni a ciudadanos ni a los políticos de su propio partido. La igualdad de Montero no gusta y esto ha provocado que la ministra de Trabajo vea la ocasión perfecta para desvincularse y celebrar el Día de la Mujer con su familia y, en especial, con su hija.