Cómo hacer unos gofres caseros que no engordan ni un gramo

El gofre o waffle es un pastel de masa ligera cada vez más popular para desayunos o meriendas. Han comenzado a abundar incluso las gofrerías por los centros comerciales de las ciudades o las principales calles. Lo mejor de todo es que se acompaña de lo que quieras: de frutas, crema, jarabe…, o puedes hacer gofres salados con patatas.

Pero lo mejor como siempre es tomarlo casero, y de paso deleitar a la familia. Hay mi maneras de prepararlos: solos con miel, con maple, con chocolate, combinados con mermeladas, con chocolate y fresas, con chocolate y cambur, con crema o nata si la tienes en casa, simples con canela, con crema de café, en pasteles apilados para comer con cuchillo y tenedor, pero también los puedes hacer salados, con mezclas muy interesantes, así que anímate, sólo tienes que ponerle un poco de imaginación. Te contamos cómo hacerlos y además de la manera más sana posible.

EL ORIGEN DE LOS GOFRES

Receta de gofres

En Bélgica es común conseguir gofres en cualquier restaurante y es que su historia surge de la edad media, incluyendo la manera de cocinarlos con forma cuadriculada. Esto se debía a que utilizaban planchas de hierro muy gruesas que servían para cocinar mejor los gofres en el frío, porque era lo que más fácilmente mantenía el calor para lograr cocinar toda la masa.

La plancha para preparar los gofres, al ser cuadriculada, permite que estos se puedan cocinar mejor en su interior, además de darle una mejor textura entre crujiente y suave. Pero si no tienes una gofrera, igualmente existe una fórmula para que los puedas hacer en una plancha o en una sartén y quedan igual de ricos.

Aunque los gofres fueron elaborados en el año 1377 aún se conserva esta deliciosa receta que ha recorrido todo el mundo, siendo aún más popular en USA y Hong Kong. Si gustas preparar unos delicioso gofres y sorprender a tu familia en el desayuno, vamos con la receta.