La Generalitat de Pere Aragonès no entiende de gastos superfluos e innecesarios. El Ejecutivo catalán se ha propuesto abrir seis ‘embajadas’ este año, de las cuales cuatro se inaugurarán este mes de mayo, como las de Japón y Corea del Sur.
El Govern acelera así su plan exterior en plena pandemia, con las listas de espera sin arreglar, una descomunal e impagable deuda y con la pérdida de empresas industriales. Y todo en un contexto de una crisis geopolítica de envergadura, como la invasión de Rusia a Ucrania, y un escenario hiperinflacionista de cara a los próximos meses en Europa.
JXCAT Y ERC SE RESARCEN DEL 155
Pero Aragonès y su séquito están a otras cosas. Estas delegaciones han sido acusadas en no pocas ocasiones no sólo de alienarse con los dictados independentistas, sino también de los escasos objetivos cumplidos a la hora de atraer inversiones. El principal motor de estas aperturas está en manos de Junts per Catalunya, pero es el presidente catalán quien tiene la última palabra y responsabilidad. El anuncio realizado hace meses por la consejera de Acción Exterior, Victoria Alsina, se está materializando y el dispendio no es menor.
Junto con las nuevas delegaciones de Brasil, Corea del Sur, Japón, África meridional, África occidental y Andorra, la Generalitat tiene dispersas otras 15 delegaciones. Los representantes del ejecutivo autonómico, además, ganan casi un 3% más en 2022 respecto a los 87.456,32 euros de 2021.
Solo los sueldos de los principales responsables alcanzan un montante de 1,342 millones de euros
Además, la Generalitat saldrá a la conquista de Angola y Mozambique, dos países nutridos y forjados en la corrupción, especialmente el primero, que ocupa el puesto 136 del mundo en el ránking de Transparencia Internacional. El férreo Gobierno del dictador José Eduardo dos Santos y su esposa hasta 2017 ha hecho estragos.
SUELDOS DE 90.000 EUROS PARA LOS DELEGADOS CATALANES
Según ha explicado la consellera de Acción Exterior, Victoria Alsina, este mes de mayo saldrá adelante el decreto para crear las seis delegaciones. Todas ellas contarán con un presupuesto y los nuevos delegados serán designados por concurso público. Sin dar a conocer cuánto cuestan estas embajadas, Acció Exterior cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros.
Solo los sueldos de los principales responsables alcanzan un montante de 1,342 millones de euros, con un sueldo fijo de 90.008,94 euros por cabeza, según los datos recabados por MONCLOA, independientemente del país donde se resida. De esta forma, la Generalitat fija en esta cantidad en Túnez, cuyo nivel de 3.300 dólares anuales per cápita frente a los más de 40.100 de Japón. De esta forma, los embajadores catalanes viven muy por encima de la media de todos los países, pero en los pobres disponen de un nivel de casi 30 veces más.
LA GENERALITAT ELEVA LAS NÓMINAS DE SUS DELEGADOS
Esta Acción Exterior del Govern se relanza tras el referéndum ilegal del 1-0, que acabó con los cabecillas en prisión y después indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez. La aplicación del 155 asestó un duro golpe a las pretensiones del ejecutivo autonómico, un control del que trata ahora de desquitarse. Del total de las ‘embajaditas’, quince de ellas están funcionando, mientras que tres aún no se han inaugurado, y faltan otras tres más a lo largo de este año.
La Generalitat ha gastado en el último lustro un total de 4,3 millones de euros, a razón de unos 1,05 millones anuales. Sin embargo, en este 2022, los gastos solo en sueldos suponen un incremento del 36%. Y todo ello, sin contar con el personal adecuado para el normal funcionamiento de estos despachos. Al menos se contabilizan un asesor, una secretaria, administrativo y gestores. Todo ello, más el coste del edificio, los suministros y los gastos propios de representación y recepciones.
SALARIOS ESPAÑOLES PARA EL PERSONAL DE LA EMBAJADA
Por ejemplo, en la delegación ante la UE trabajan 16 personas, con un sueldo medio de 18.000 euros en una de las ciudades más caras de Europa. Todos ellos percibieron un total de 289.238,32 euros; en la de Francia, sin embargo, la media asciende a unos 57.000 euros de media, mientras que en Italia la media se sitúa en 47.000 euros, al mismo nivel que en Estados Unidos.
De todos los sueldos, el más perjudicado es el delegado adjunto de la Delegación ante la Unión Europea, con un sueldo de 82.249,3 euros. Eso sí, las nóminas de estos ‘embajadores’ distan mucho de los sueldazos que manejan los embajadores. En Japón, por ejemplo, el embajador español cobra cerca de 300.000 euros, si bien, sus labores están muy determinadas y con una gran responsabilidad ya que su deber es cuidar las relaciones institucionales, empresariales y de los particulares españoles que trabajan en el país.
SÓLO CUATRO CONSULTAS DIARIAS EN PLENA EMERGENCIA
La Generalitat no facilita todos los gastos, a los que sí tienen acceso el Tribunal de Cuentas, la Sindicatura de Cuentas catalana y el propio Ejecutivo autonómico. Todo este despilfarro para «representar al Govern en el extranjero». La acción exterior del Govern se ha convertido en un fiasco monumental, especialmente por la dura labor del entonces ministro de Exteriores, Josep Borrell, que impedía realizar cualquier acción que pudiera perjudicar a España.
Tal es el bagaje, que en plena pandemia las embajaditas tan sólo ayudaron a menos de 3.000 catalanes en el exterior, la mayoría por problemas en los aeropuertos. Asimismo, se han dedicado a responder a unas cuatro consultas al día sobre movilidad internacional desde la declaración de la pandemia en 2020 y hasta finales de ese mismo año. La mayor parte de los casos en Alemania, con una petición al día.