La copa menstrual ha ido ganando una gran popularidad en los últimos tiempos. Ahora, tras la negativa de Hacienda de rebajar el IVA de los productos de higiene femenina, que se mantendrá al 21%, esta alternativa a las compresas y los tampones, parece la más idónea. Esta copa consiste en un pequeño recipiente que, al introducirse en el canal vaginal, crea un efecto de vacío, y se mantiene fija mientras recolecta el flujo de la menstruación. Se debe retirar y limpiar cada 8 a 12 horas, aunque depende del flujo de cada mujer. Están fabricados con materiales inocuos como látex, silicona médica o elastómero medicinal, entre otros.
CUESTA UN POCO APRENDER A COLOCARLA
Si hay que encontrar alguna desventaja, hay que señalar que puede ser un poco difícil de poner en las primeras ocasiones. Aunque el procedimiento es similar al de un tampón, la copa menstrual tiene que colocarse plegada, y aprender a ubicarla en el lugar adecuado. Puede que al principio se produzca algún escape, por eso hay que tener paciencia y probar varios sistemas. Una vez que se le pille el truco, todo será mucho más fácil.
