Un total de 120 especialistas de 37 países participantes en la reunión internacional del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que ha tenido lugar en Valencia, han confirmado la necesidad de abordar planes de acción nacionales enfocados al problema de la caza ilegal de aves.
En el encuentro, con la participación de 19 entidades observadoras como la asociaciones de jueces y fiscales ambientales de la UE o la asociación europea de cazadores (FACE), se ha revisado el principal marco de acción internacional contra la caza y captura ilegal de aves en el Mediterráneo, conocido como Plan Estratégico de Roma aprobado en 2019.
Los expertos han trabajado para establecer mecanismos que definan la dimensión y el alcance de ese tipo de delitos, con una puesta en común de las mejores prácticas y la presentación de metodologías para medirlos, detalla SEO Birdlife.
Esta cumbre ha servido para avanzar en garantizar que este tipo de criminalidad se aborde de forma eficiente y eficaz dentro de las legislaciones nacionales, mediante la presentación y debate de orientaciones legislativas para evaluar la eficacia de la legislación nacional y ejemplos de legislación modelo.
Para ello, los especialistas han llegado a «acuerdos importantes» como el sistema único y armonizado para que las partes del convenio CMS-PNUMA informen sobre la situación de la caza y captura ilegal de aves y se han presentado y aprobado guías para ayudar a los países mediterráneos a elaborar legislación específica sobre estos delitos o centralizar la recogida de datos sobre mortalidad ilegal.
También han detectado las necesidades de formación y especialización de las entidades encargadas de garantizar la aplicación de la legislación que protege las aves, además de analizar el estudio y seguimiento de las motivaciones de la muerte ilegal de aves y la posible aprobación de un formato común a todos los países para la realización de encuestas socioeconómicas con el fin de determinar las motivaciones.
26 MILLONES DE AVES MUERTAS POR CAZA ILEGAL AL AÑO
La caza y captura ilegal de aves en el Mediterráneo es un problema ambiental que afecta cada año a 26 millones de aves, incluyendo individuos de múltiples especies con algún tipo de riesgo de extinción, según un estudio científico de BirdLife International, principalmente por motivos gastronómicos pero también por deporte, para enjaular o como señuelos de caza.
Por países, las mayores estimaciones de aves cazadas o capturadas en la región mediterránea se han localizado en Italia (entre 3 y 8 millones), Egipto (entre 300.000 y 11 millones) y Siria (entre 3 y 5 millones). En el caso de España, de acuerdo al estudio, se estiman entre 103.000 y 405.000 los ejemplares muertos o capturados de manera ilegal anualmente, mientras la mayor densidad de aves cazadas o capturadas ilegalmente se produjo en Malta (18-667 aves al año por kilómetro cuadrado), Chipre (146-351) y Líbano (161-335).
«Estamos ante un problema ambiental de primer orden que se puede atajar si existe voluntad y acción coordinada entre los países de la cuenca Mediterránea, entre ellos España. Si hablamos de especies migratorias, de nada sirve centrar los esfuerzos de conservación en un país y dejar de hacerlo y escatimar en medidas de protección en otro. Los datos del impacto de este tipo de delitos es un grave y complejo problema de conservación para la avifauna en países del Mediterráneo y Europa», expone David de la Bodega como responsable del programa legal de SEO BirdLife.