Aunque el consumo de leche está normalizado como algo sano y natural, la realidad es que recientes estudios parecen demostrar que no es una bebida tan beneficiosa como se pensaba. Si bien es rica en proteínas y vitaminas, son muchísimas las personas que terminan desarrollando algún tipo de intolerancia a este producto. Pero incluso aunque aparentemente no nos siente mal cuando la tomamos, es posible que nuestro organismo esté expresando una serie de síntomas que no vinculamos a la leche.
7SE REDUCE EL RIESGO DE CÁNCER

El consumo de leche está asociado con el desarrollo de cáncer de próstata, y el riesgo se incrementa hasta el 30% si toman de dos a tres porciones diarias. Las mujeres que toman lácteos de forma abundante y a diario, aumentan su riesgo de sufrir cáncer de ovario en un 66%.