Con el calor del verano parece que lo natural es refrescarse con un vaso de agua bien fría, directamente de la nevera o con mucho hielo. Desde luego, hidratarse con agua es fundamental para darle al organismo el líquido que necesita para funcionar adecuadamente y, entre otras cosas, evitar problemas graves como el golpe de calor. Pero también conviene seguir una serie de precauciones para consumir este líquido de la forma correcta, y que no afecte negativamente a la salud.
1BEBER AGUA MUY FRÍA ES UNA MALA IDEA
Hay muchas personas que bebe agua fría de forma habitual sin tener ningún tipo de problema, pero nunca está de más tener presentes los efectos perjudiciales que esta costumbre puede tener el organismo. Además, que nunca nos haya sentado mal no significa que no nos pueda llegar a afectar en el futuro, ya que el cuerpo va cambiando con el tiempo, la edad y los hábitos. Pero, ¿qué es lo que nos puede pasar por consumir agua muy fría?