Cómo hacer un potaje de garbanzos tan rico como el de tu abuela

La combinación de legumbres con verduras es, sin duda, uno de los platos más saludables que podemos consumir. Según las recomendaciones de la Fundación Española de la Nutrición, deberíamos tomar de 3 a 4 raciones semanales de legumbres, considerando una ración entre 150-200 gramos de legumbres cocidas. Sin embargo, según los datos, los españoles tan solo tomamos 1,4 raciones por semana. Este potaje, por lo tanto, es una forma estupenda de incrementar la ingesta tanto de legumbres como de verduras, y encima está delicioso.

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PREPARACIÓN DEL POTAJE

Lo primero es poner a remojo los garbanzos en un bol con agua fría. Mejor si lo hacemos el día antes, que tienen que estar en agua al menos 12 horas. Tienen que quedar totalmente cubiertos con agua, teniendo en cuenta que van a absorber cierta cantidad de líquido y se van a hinchar un poco. Al día siguiente escurrimos los garbanzos y los lavamos un poco bajo el chorro de agua. Este proceso ayuda a que sean más fáciles de digerir. Recomendamos usar garbanzos secos, mejor que cocidos en conserva, porque además de quedar más ricos, mantienen mejor todas sus propiedades nutricionales.