El PP quiere imitar la estrategia fiscal del PNV

El País Vasco, en manos del PNV, ha adoptado las medidas del Partido Popular como propias y las ha aplicado para amortiguar la inflación. Este gesto, que supone deflactar el IRPF un 2% a las rentas de los vascos para el próximo año, ha sido interpretado en Génova como un «plagio» de sus medidas. En cualquier caso, el Partido Popular pretende hacer bandera de una medida que hasta ahora solo ha ejecutado bien el PNV. Los nacionalistas vascos una vez más han marcado el camino pese a que el PP pretendía hacer bandera de ello.

Las instituciones vascas han acordado establecer una deflactación del 2% en el IRPF para el próximo año, una medida que se añade a la deflactación del 5,5% aplicada este año en este tributo con el fin de minimizar el impacto de la inflación sobre los contribuyentes. Además, se ha decidido prorrogar para 2023 la deducción de 200 euros para las bases imponibles inferiores a 30.000 euros.

La medida ha sido acordada este viernes por el Gobierno Vasco, las diputaciones forales y la Asociación de Municipios Vascos-Eudel en el seno del Consejo Vasco de Finanzas Públicas.

La decisión de aplicar esta nueva deflactación en 2023, que en este caso será de un 2%, se produce después de que el Lehendakari, Iñigo Urkullu, propusiera que se adoptara una medida de este tipo en el pleno de política general del Parlamento Vasco celebrado el pasado 22 de septiembre.

La deflactación –cuya aprobación deberá realizarse en las Juntas Generales de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa– consiste en la adecuación de la tarifa del IRPF para evitar que los contribuyentes cuyos salarios han aumentado por la inflación acaben pagando más impuestos.

La deflactación del 2% se aplicará en la tarifa y las deducciones del IRPF. Además, el CVFP ha prorrogado para 2023 la deducción de200 euros para las bases imponibles inferiores a 30.000 euros, y una reducción gradual de la misma para bases imponibles entre 30.000 y 35.000 euros.

RESPUESTA A LAS CRÍTICAS DEL PSE

La aplicación de este nuevo ajuste en el IRPF para 2023 –que se suma al del 5,5% aprobado para este año– ha sido recibido con fuertes críticas por parte del PSE-EE, socio del PNV en el Gobierno Vasco, en las diputaciones forales y en los principales ayuntamientos de Euskadi.

De hecho, los socialistas han difundido un comunicado de prensa criticando la medida antes incluso de que ésta haya sido anunciada por el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu (PNV), en la rueda de prensa posterior a la reunión del CVFP.

Azpiazu y el resto de dirigentes institucionales que han comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo –todos ellos del PNV– han evitado pronunciarse sobre si consideran que la actitud del PSE al emitir dicho comunicado suponga una «deslealtad».

«MONTONES DE MEDIDAS»

El consejero ha afirmado que está «de acuerdo» con el PSE en que es necesario adoptar otras medidas al margen de la deflactación para proteger a los ciudadanos frente a la inflación, pero ha subrayado que «ya se están tomando montones de medidas» en este sentido. Además, ha afirmado que desconoce «cuál es la propuesta» que plantean los socialistas como alternativa a esta deflactación.

En una línea similar, el diputado general de Vizcaya, Unai Rementeria, ha afirmado que esta «no es la única» medida que han adoptado las administraciones vascas frente a la inflación. «Estamos implementando múltiples medidas; y eso lo sabe el PSE, con el que cogobernamos y tomamos esas medidas. Ya estamos actuando por la parte del gasto y de los ingresos», ha señalado.

EN EL ESTADO «NI SE ACERCAN»

El diputado general de Álava, Ramiro González, ha subrayado que el Gobierno foral siempre ha adoptado sus medidas fiscales desde el «acuerdo» de los dos partidos que lo conforman (PNV y PSE), de una forma «rigurosa y seria». Además, ha destacado que «no hay institución en el Estado que, gobierne quien gobierne, ni siquiera se acerque» a los 7,5 puntos de deflactación en el IPRF que suman las medidas adoptadas este año y las previstas para 2023 por las diputaciones.

Por su parte, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha subrayado que pese al «debate ideológico» que ciertas formaciones plantean en relación a este asunto, los datos de los que dispone el Ejecutivo guipuzcoano indican que el 76% del dinero que se han ahorrado los contribuyentes con las deflactaciones aprobadas este año corresponde a hogares con rentas bajas.

INFLACIÓN SUBYACENTE

Desde el Gobierno Vasco y las diputaciones se ha explicado que la deflactación adicional del 2% para 2023, unida a la prórroga de la deducción de 200 euros para las bases imponibles inferiores a 30.000 euros –sobre la que han afirmado que implica un punto porcentual añadido deflactación– equivale al 3% de inflación subyacente interanual a la que se podría llegar en el próximo ejercicio.

En el caso de Vizcaya, se estima que el 7,5% de deflactación y las deducciones aprobadas para este año y el próximo dejarán en manos de los contribuyentes 213 millones de euros. En Guipúzcoa, esta cifra se sitúa en torno a los 146 millones de euros. Desde Álava no se ha aportado una estimación sobre el impacto de estas medidas.

«OPTIMISMO»

El presidente de Eudel, Gorka Urtaran, ha coincido con el resto de intervinientes en que las cifras de recaudación de este año y las previsiones para 2023 permiten afrontar con cierto «optimismo» los retos derivados de la incertidumbre que plantea el contexto internacional.

En este sentido, Azpiazu ha reconocido que el encuentro de este viernes se ha desarrollado en un contexto económico «de gran turbulencia», en el que las instituciones vascas han de moverse «con gran responsabilidad y flexibilidad para tomar decisiones con agilidad».

El consejero ha avisado de que «por desgracia, ésta es la tónica general de los últimos dos años y medio». En este contexto, ha explicado que el Gobierno afronta 2023 «con el foco puesto en el diseño de unos presupuestos sólidos, con la solvencia económica suficiente para sacar adelante nuestras políticas públicas».

En la reunión del CVFP también se han aprobado las previsiones de liquidación de la recaudación por tributos concertados para el ejercicio 2022, que asciende a 17.109 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,2% con respecto a 2021. El grueso de esta cifra corresponde al IRPF (6.400 millones de euros) y al IVA (6.900 millones), mientras que por el Impuesto de Sociedades se ha ingresado poco más de 1.100 millones de euros

Por territorios, el cierre de recaudación previsto es de 8.700 millones de euros en Vizcaya, 5.600 millones en Guipúzcoa, y 2.700 millones en Álava.

Para el próximo año, el CFVP estima que las diputaciones forales recaudarán 18.000 millones de euros, de los que 6.500 millones serán por IRPF y 7.600 millones por el IVA. Por territorios, la estimación de ingresos para 2023 es de 9.200 millones de euros en Vizcaya, 5.900 millones en Guipúzcoa, y 2.800 millones en Álava.

En cuanto a las aportaciones de las diputaciones a las instituciones comunes, se ha acordado un importe global de 11.900 millones de euros para 2023, de los que el 16,05% será aportado por Álava, el 50,54% por Vizcaya, y el 33,41% por Guipúzcoa. Esta cuantía supone cerca de 900 millones de euros más que las aportaciones presupuestadas para año 2022.

La previsión del Fondo General de Ajuste para 2023 asciende a 84,7 millones de euros. La financiación de este Fondo corresponderá en un 70,81% al Gobierno Vasco y el resto (29,19%), a las diputaciones forales. Dicho fondo se distribuirá entre los territorios históricos de Álava y Guipúzcoa, a los que provisionalmente les corresponden 37,37 y 47,35 millones de euros, respectivamente.

Por otra parte, se ha acordado que la distribución territorial del objetivo de déficit conjunto de las diputaciones forales (0,1% del PIB) se realizará de acuerdo a los coeficientes horizontales de aportación aprobados para 2023.