Las súplicas del dictador venezolano, Nicolás Maduro, no le han dado resultado y la Unión Europea ha decidido renovar las sanciones que desde 2017 han impuesto contra el país y 17 funcionarios del régimen, a consecuencia de la crisis política y económica que han originado las políticas del régimen venezolano.
El organismo internacional publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea que había decidido renovar las sanciones impuestas contra estos funcionarios y contra el Estado venezolano, considerando la crisis política, económica, social y humanitaria en que se encontraba Venezuela y las acciones persistentes de menoscabo de la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos, según señala el documento publicado por el organismo regional.
Con esta renovación de las sanciones contra Venezuela y los funcionarios, la Unión Europea le da la espalda a las pretensiones del dictador venezolano de ser reconocido y recibido por los países de la región, así como la idea de ser una solución para que los 27 salgan de la crisis energética que se ha ocasionado, a consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania y los altos costos del gas y el petróleo, debido a la dependencia de Rusia.
No en vano, el canciller de Nicolás Maduro, Carlos Faría hace días había publicado en su cuenta de Twitter la opción de que Venezuela ayudara a Europa a salir de la crisis energética, ofreciendo los recursos naturales del país caribeño, a cambio de que fueran levantadas las sanciones y que le fueran liberados todos los activos que han sido congelados en los bancos de los países europeos.
Con esta decisión de la Unión Europea queda claro que el organismo no le compra a Nicolás Maduro la estrategia de vender que Venezuela es un país democrático y que la situación, en relación con la crisis política y económica, ha mejorado, pues la realidad dista mucho de ser así y por el contrario, el régimen venezolano sigue propiciando la huida de sus ciudadanos y menoscabando los derechos políticos de los venezolanos, manteniendo el control de las instituciones del Estado, a pesar de que hay más de 50 países que no lo reconocen como el presidente de Venezuela.
La lista de los funcionarios sobre los que todavía pesan sanciones por parte de la Unión Europea está encabezada por Tibisay Lucena, ex presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) y ministra de Educación Universitaria, quien, según el organismo «sus acciones y políticas han menoscabado la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela, también al no garantizar que el CNE siga siendo una institución imparcial e independiente de conformidad con la Constitución venezolana, facilitando así el establecimiento de la Asamblea Constituyente y la reelección de Nicolás Maduro en mayo de 2018 mediante elecciones presidenciales que no fueron ni libres ni justas». También aparecen figuras como el expresidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno o el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal.
Durante los últimos meses la estrategia de Nicolás Maduro ha estado enfocada en volver a entrar en la Unión Europea, a como dé lugar, intentando acercamiento con personajes claves, como la breve conversación que tuvo en días pasados con el presidente francés, Enmanuel Macron, con quien intercambió unas breves palabras en un pasillo de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio climático COP27, celebrada en Egipto. el dictador venezolano se valió del breve encuentro para señalar que esto era un reconocimiento a él como presidente de Venezuela, mientras que el mandatario francés fue claro en decirle que estaba preocupado por la situación de Venezuela, lo cual se filtró pese a los intentos de la intérprete del mandatario venezolano de no traducir la información al español.
Para lo único que le sirvió ese intercambio de palabras a Nicolás Maduro fue para que el Gobierno francés sirviera de mediador en la más reciente reunión entre la oposición venezolana y el régimen venezolano, que se celebró el pasado viernes, justo antes de que se hiciera pública la información de la renovación de las sanciones contra el régimen venezolano y sus funcionarios.
A Maduro todavía le queda la carta del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien también ha sido uno de los «mediadores» para procurar el regreso del régimen venezolano a Europa, pues con ello, se haría oficial el reconocimiento del dictador venezolano como presidente de Venezuela, que es uno de los propósitos que se ha trazado el chavismo, para dejar atrás a la oposición venezolana y a Juan Guaidó, que fue reconocido como presidente interino de Venezuela en 2019.
Sin embargo, con la renovación de estas sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro, le queda muy difícil la posibilidad de que al menos la Unión Europea pueda recibir al dictador venezolano y restablecer relaciones diplomáticas con las autoridades del país caribeño, pese a que en el caso de España, las autoridades han sido muy laxas y mantienen en el país a dos embajadas de Venezuela, una la designada por Juan Guaidó y otra la designada por el régimen de Maduro.